Entre la fama y la familia Parte 5

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Una vez que llegamos a mi habitación, cerré con seguro la puerta tras de mí.

- ¿Qué significa el cachorro en los brazos de Lucía, Julio? -pregunté molesta, cruzándome de brazos. No alcé demasiado la voz, porque no quería que Lu subiera y nos escuchara discutir.

-Se lo he comprado, no tuve tiempo de buscar algo antes de tomar el avión y cuando me contó animada que su fiesta fue de Cruella, supe que un dálmata sería el regalo perfecto -explicó con una pequeña sonrisa -Hubieses visto su carita cuando entramos a la tienda de mascotas, Lucía solo corrió y tomó al pequeño cachorro sin previo aviso.

-Deberías habérmelo consultado, Julio. No podemos tenerlo y lo sabes -indiqué frustrada -Tú vuelves a Los Ángeles, yo a Madrid un par de semanas y no puedo dejarle el perro a mamá, ya suficiente tiene con Lu.

-Por eso mismo, Clara, tener una mascota le hará bien, podrá dormir con el cachorro cuando tú no estés, jugar con él y no sentirse sola -explicó con nostalgia.

-Una mascota no suplirá tu ausencia -escupí de forma dura.

-No pretendo que lo haga. Tengo claro que nada remediará mi ausencia en la vida de Lu. Gracias por recordármelo -contestó enojado.

-Debiste consultármelo -volví a repetir.

-Hablé con tu madre antes de mencionárselo a Lucía, tengo claro que ella será quien vea finalmente al cachorro y no quería pasarla a llevar. Estuvo de acuerdo por si te lo preguntas -explicó perdiendo un poco la paciencia.

-De todas formas, no me parece una buena idea.

-Nunca te parece nada de lo que hago por Lucía, Clara -dijo molesto -Sé que eres tú y tu familia quienes se hacen hace cargo cien por ciento de ella, pero también soy su padre y puedo darme cuenta de qué es lo que necesita o la hace feliz. No es un capricho si piensas eso, ella no me lo pidió -explicó, al tiempo que sacaba su celular que vibraba en su bolsillo trasero -Será mejor que me vaya.

-Muy maduro de tu parte -susurré.

- ¿Qué dijiste? -preguntó con su mano en el pomo de la puerta.

-Nada, ve por tus cosas -suspiré sentándome un momento sobre mi cama.

Me quedé unos minutos pensando en la conversación o discusión que habíamos tenido con Julio. No recordaba haber desacreditado alguna vez algo que ha hecho por Lucía. Lo he frenado algunas veces porque siento que lo material no compensará su falta y no quiero que se convierta en una niña caprichosa, pero fuera de eso, nada más, al menos que yo recordara.

Estaba haciendo memoria cuando escuché el llanto de Lucía en la planta baja. Suspiré y bajé rápidamente.

-Debo llevármelo, cariño, al menos esta noche -le explicaba Julio a Lu, que sostenía fuertemente el cachorro en su regazo mientras lloraba.

-Pedo es mío, papi -decía Lu entre sollozos.

-Lo es, pero no puede quedarse, ademas debo llevarlo al veterinario mañana para que le pongan su primera vacuna -explicó acariciando la cabeza de Lu que estaba sentada sobre él.

-Pueo il contigo y Baili, edes mi papá y pedes llevalme -sugirió firme y tuve que interrumpir. Mamá solo miraba desde el umbral de la cocina con una taza de café humeante en su mano.

One shot Clara Galle y Julio PeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora