Capítulo 11

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Habían pasado unos días después del incidente de la bludger parecía que se había olvidado el asunto y la directora compró una nueva.

Esa mañana llegaba el correo matinal de los lechuzas, una de ellas negra y con mirada vidriosa dejó un paquete delante de Mónica y luego otra de color blanco con motas negras una carta.

-¡Son de Morgana y Misael!- gritó de júbilo y  cogió enseguida la carta y el paquete.

-¿De tus hermanos doble M?- preguntó James cogiendo una carta de su madre.

-¿Qué te envían?- preguntó Olivia sin mucho interés.

-Mi hermana me envía un paquete y mi hermano una carta.- aclaró Mónica a sus amigos.

-Pensaba que sería al revés...-reconoció Dana avergonzada viendo como una carta caía delante de ella, lo cual le sorprendió. Era de su madre con una caligrafía muy bonita.

-¿Le enviaste una carta a tú madre Dana?- preguntó Alan.

-Sí, contándole todo sobre estos días.-sonrió la chica.

-¡Que bonito!- exclamó Mónica al sacar del paquete una pulsera que cambiaba de colores y una nota.- Morgana dice que la vio y pensó que me quedaría bien.

-Es un poco rara...- admitió Olivia y al tocarla volvió a cambiar de color.

-Recordad que tenemos pociones con el señor Slughor después del desayuno.- recordó Alan y Mónica palideció al momento.

-¿Pasa algo Mónica?- preguntó Dana confusa a la chica.

-No me gusta hacer pociones... Me da repelus...

-¿Tanto como cuando Dana coge una escoba?- preguntó James.

-Más incluso diría yo...-tembló Mónica al pensarlo.

Aún a sabiendas de su extraña fobia a las pociones, después de comer fueron todos al aula pociones, donde esperaba el profesor Slughor.

-Bueno chicos, antes de ponernos a hacer las pociones daremos un poco de teoría.- todos los niños abuchearon ese comentario menos Mónica que suspiro aliviada.-Vamos no os quejéis ¿Queréis menos puntos para Gryffindor o Slytherin?- preguntó inquisitivo a lo que negaron y sacaron papel y pluma.- Así me gusta.

El profesor empezó a dictar las propiedades de algunos elementos que iban a usar. Mei desde el otro extremo de la clase hizo que se le cayera el tintero a Dana sobre el papel, está río al ver como todo su esfuerzo de había estropeado.

-Ahora verá esa niña.- dijo James molesto sacando su varita y apuntando al tintero de Mei, pero en vez de caer salió disparado como una fuente a la cara de Mei. Todos los niños rieron al verla.

-Gracia.- sonrío Dana a James el cual guardo de nuevo su varita satisfecho.

-¡Potter! ¡Has estropeado mi túnica para defender a esa niñata!- bramó con furia Mei y llena de tinta.

-Sólo hacia justicia, ojo por ojo.- se defendió James.

-¡Estas muerto Potter!- gritó Mei sacando su varita apuntando a James con ella cuando el profesor uso un conjuro de desarme para quitarle la varita.

-Basta. Los dos. No se quién ha empezado ni quiero saberlo. Así que las dos casas tendrán 10 puntos menos.

-Por tú culpa Mei.-dijo un niño moreno de ojos grises molesto.

-Pero Max, yo no quería...- se defendió Mei.

-Y ahora volvamos a la lección.- sentenció el profesor.

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