Amaneció nublado el primer día de clases. Dana se levantó perezosamente por el ruido del despertador miro a su alrededor y recordó que no estaba en casa de su padrino, si no en su nueva escuela. Miro a Mónica, que aún estaba cubierta por las mantas y a Olivia durmiendo con su pelo negro cubriéndola como una cortina.
-Chicas-las llamo a las dos por igual.-Deberíais prepararos ya.
Olivia bostezo y se incorporó, con el pelo delante de la cara casi no se le reconocía. Mónica se giró y abrió los ojos.
-¿esta nublado?-pregunto Mónica- de la humedad se me pone el pelo rizado.
-Yo voy a irme vistiendo-sonrió Dana a ambas.
Se levantó de su cama desperezándose y busco en su baúl algo que ponerse. Era una suerte que le hubiesen dado ropa nueva. Se puso una camisa blanca de manga larga, la corbata de rayas rojas y amarillas de su casa, un suéter negro y una falda que era reglamentaria del uniforme. Se puso su túnica y para terminar unos calcetines negros con sus deportivas favoritas. Las chicas llevaban casi la misma ropa, Olivia no llevaba la corbata por dentro del suéter y Mónica de por si no llevaba suéter.
La sala común estaba bastante abarrotada esa mañana con todos corriendo de un lado a otro algunos preguntando a los mayores donde estaban las clases que les tocaban y otros haciendo tiempo antes de ir a desayunar.
-Cuanta agitación desde por la mañana-dijo Mónica mirando a los lados.
-Es así los primeros días de clase-aclaro Olivia- .Sera mejor ir a desayunar.
-Podríamos avisar a James y Teddy-sugirió Dana.
-¿crees que ellos se molestarían en avisarte?-pregunto Olivia.
-Bueno… no creo que se molestara ni en despertarme- respondió Dana avergonzada.
-Pues vamos a desayunar sin ellos entonces –dijo Mónica tan tranquila encabezando la marcha hacia el comedor.
Por el camino algunos fantasmas y retratos las saludaban al pasar. Saludaban más que nada a Olivia, ella los saludaba de vuelta pero no se paraba a hablar con ninguno para no perder tiempo. Cuando llegaron al comedor había gran parte de los alumnos sentados tomando el desayuno. Mónica, Olivia y Dana se sentaron juntas y empezaron a desayunar tranquilamente.
-¿Qué clase nos toca?-pregunto Dana.
-Pues…- .Dijo Mónica sacando el horario de clases- tenemos Transformaciones a primera hora, después Herbología, Encantamientos. Después la comida y un rato libre al parecer, para luego otras dos clases, la de Astronomía y la de Defensa contra la artes oscuras.
-Vamos tenéis una mañana redonda-.Sonrió James sentándose en frente de las chicas con el primer chico que había sido nombrado para Gryffindor. Alan Adamas y Teddy.
-Querrás decir tenemos, vosotros dos también tenéis que ir a las clases-recalco Dana.
-Y serán un rollo-suspirón Alan-.Lo que a mí me gustaría es entrar en el equipo de Quidditch.
-En el equipo no admiten a los de primero-les recordó Teddy.
-A mi padre si le dejaron cuando estaba en primero.-objeto James. Harry le había contado a Dana lo que era el Quidditch y las reglas básicas de este. Además de que el detalle de que los de primer año no podían participar en el equipo.
-Que injusto-suspiro James jugando con su comida.
Al cabo de un rato fueron a la primera clase guiados por Teddy. Fue más bien una clase en la que se tomó apuntes que otra cosa, que al día siguiente intentaríamos trasformar una cerilla en una aguja que era lo más fácil para empezar según la profesora. En Herbología el profesor Neville, explico los usos de alguna plantas que se necesitarían para pociones. Al final de la primera jornada en clase de Encantamientos practicaron un hechizo que costaba bastante de hacer, Wingardiun Leviosa. A muchos les costó levantar la pluma que tenía tenían, pero, James y Olivia la levantaron varios metros metros de la mesa, consiguiendo la aprobación del profesor Flitwick y diez puntos para Griffindor. Al finalizar se dirigieron al comedor para poder comer algo con tranquilidad.
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Harry Potter Generations
FanficBueno, esta es una historia de Harry Potter con la hija de Sirius y sin resucitar a nadie, espero que la disfruten ^^