Nam Gi-Hye era insegura y Yoon se aprovecho de eso, la tomó como alguien con quien distraerse, dejándose llevar por lo que ella creía amor dejaba que Gwi Nam la tratará como su muñeca de trapo por casi tres años.
Yoon Gwi Nam era violento y Gi-Hye se dio cuenta tarde, cuando en una noche acompañó a su novio y vio claramente cómo este lanzaba por una azotea de un local a un chico, a quien reconoció como el hijo de su profesor de ciencias: Lee JinSoo.
— No dirás nada.
Le dijo, por el miedo se quedó callada y no dijo nada, sabía que Gwi Nam apesar de dar una imagen de chico frío y sin emociones temía de que alguien lo descubriera.
Cargar con la muerte de alguien la convertía en cómplice y esa era su muerte psicológica, pero tenía miedo, y lo más lógico para ella era guardar ese secreto hasta que muriera.
Terminó con su relación y no lo volvió a ver desde el término de clases y al año siguente, no fue fácil superarlo porque en el fondo aún seguía queriéndolo, pero aprendió que quien te ama no te lastima.
En el instituto no tenía muchos amigos, pero gracias al vivir en un condominio de departamentos comenzó una amistad con Nam On-Jo quien bromeaba con eso de ser hermanas perdidas por tener el mismo apellido y Lee CheongSan quien era mejor amigo de On-Jo. Con ellos tenía suficiente.
Hoy era un día de esos en los cuales esperaba que CheongSan y On-Jo pasaran por ella tocando su puerta.
Vivía con su hermano mayor que tenía veinticinco años, pero que por su trabajo no estaba mucho tiempo en casa, algunas veces se iba de viaje y no regresaba después de semanas o casi meses, pero siempre mandaba dinero para que pueda sostenerse mientras tanto, su relación no era tan cercana pero eso no quería decir que no lo quisiera.
