El silencio era incómodo, más incómodo ahora porque mi tobillo dolía horrores y porque estaba en el baño de hombres. Con Gwi Nam.
Genial.
— ¿Por qué tuve que hacerte caso?
La idea de Gwi Nam pareció brillante en el momento, ahora ya no.
— ¿Querías quedarte y que el director te comiera?
— No.
— Entonces no te quejes.
Retrocedamos momentos antes y como es que el director quiso morderme.
Después del comunicado de la señorita Park no pude evitar sentirme sentimental y terminar con lágrimas en los ojos, Gwi Nam se burló de mí, como siempre.
— ¿En serio estás llorando?
— Cállate si no quieres otro golpe en tu cara.
— Ya — rodó los ojos.
Ahora después de la llamada con mi hermano me había puesto más inquieta, si bien yo era una terca desde nacimiento, él era mucho peor, le hubiera dicho en mil idiomas que no venga pero él simplemente me ignoraria y haría lo que quisiera.
Como en este caso.
También estaba el hecho de mis amigos, ellos no podrían comunicarse conmigo por obvias razones, no tenían un teléfono, y si lo tuvieran de todas formas marcarían a mi teléfono y no al de esta chica compañera de clase.
Quería regresar con ellos pero ahora estaba con Gwi Nam y no sabía que pasaría si por un momento lo dejaba solo y me iba con ellos, como el vengativo cabron que era seguramente me buscaría y me mataría.
