La campana sonó y supe que era hora de entrar a clases. Mi lugar era al lado de la presidenta de la clase: Nam-Ra.
—Buen día, Nam-Ra.
—Buen día Gi-Hye.
De vez en cuando hablábamos, no mucho, quizá un buenos días y ¿como estás? Puesto que siempre usaba sus audífonos, pero no era algo que me molestaba, de hecho, era beneficioso sentarme al lado de la número uno.
On-Jo se encontraba algo distraída sentada con I-Sak, no supe de que hablaban pero supuse que tenía que ver con Su-Hyok, luego de unos minutos apareció y saludo a sus amigos, aproveche que la profesora aún no venía y coloque mi mochila en el respaldar de la silla y saque mi libro de español, lápices y un cuadernillo aparte. Los gritos de una chica hizo que tanto Nam-Ra como yo veamos el alboroto, solo Na-Yeon gritando como siempre a Gyeong-Su por sentarse en su mesa, y lo insulto nuevamente, fruncí mi ceño, ella era tan... odiosa. Trataba mal a los que no eran de su misma clase social.
—Oigan ya basta — la señorita Park entró en escena y mandó a sentar a todos —. Buenos días.
«Buenos días» respondimos todos —. Muy bien niños, ya saben, sus celulares.
Saqué mi teléfono de mi bolsillo y lo apagué —. ¿Quieres que lleve el tuyo? — le pregunté a Nam-Ra, ella me asintió y apagó su teléfono y me lo tendió.
—Gracias.
Lo lleve a la caja en donde se encontraban los demás celulares de los alumnos y me regrese a mi asiento.
—¿Alguien ha hablado con Hyeon Joo? — preguntó la señorita Park, al escuchar su nombre la mire por unos segundos, lo único que sabía de ella era que era una jodida bullie, lo que sea que le haya pasado no me importaba. Como nadie dijo nada la profesora los miró confundida —. ¿En serio nadie ha podido hablar con ella?
