Suena la campana retumbando en mis oídos.¿Y saben que significa cuando la campana suena interrumpiendo tu última aburrida clase?
Sí, exacto.
La gloria.
Hora de salida.
Guardo mis cuadernos y mis lapiceros super rápido en mi mochila y salgo del salón como si tuviera un cohete en el trasero. Soy la primera en salir de esta horrible prisión. Me recuesto en la puerta de entrada para esperar a mis amigas.
—No, no... Esto es un milagro —menciona sorprendida Diana acercándose con Lara y Sami —Al fin, por primera vez en tu vida, sales primero que toda la escuela.
—Se merece unos aplausos —dice Sami enorgullecida.
Las tres me aplauden y yo sonrió orgullosa.
—Gracias —digo con elegancia y hago una reverencia como princesa, haciéndolas reír.
—Y como tu premio iremos a tu cafetería favorita —menciona con alegría Lara.
La sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco en mis labios al clavarse en mis pensamientos el recuerdo de la vez que pasé tremenda vergüenza con un trabajador de ese lugar.
—Sí... que emoción... —mierda.
Después de aquella charla, nos despedimos para ir cada una a nuestras respectivas casas a cambiarnos el uniforme para luego vernos.
Aahhh....《Bostezo》
Que bien he dormido.
Malvina ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Descansando de ti.
Pues, ¿Sabes? ¡Yo también estuve muy bien sin ti!
Que bueno. Estaba cansada de tu aburrida vida.
¡MI VIDA NO ES ABURRIDA!
¿Ah, si?
¡SÍ! Y pasaron muchas cosas cuando no estuviste.
¿Cómo cuáles?
A mí mente llegan como relámpagos los recuerdos de todo lo sucedido con el cabeza de brócoli.
Olvídalo, Malvina.
¡OOH..!
¿Qué?
No puedo creerlo.
¿Qué cosa, Malvina?
¡Eres toda una perra! ¡Así me gusta!
¿De qué hablas? No te entiendo.
Y luego yo soy la loca.
Pues, ya sé todo lo que hiciste mientras yo no estuve ¡Picarona!
¿Qué?
¡No te hagas la tonta! Aunque ya lo eres.
¡OYE!
Sé que casi te besas con el brocolito. Y no fue solo una vez... Sino ¡TRES VECES!
¿Cóm...?
Y como te cargo de una forma tan caliente, llevándote hasta su cuarto. Grr... Toda una perra.
¿Qu-Qué? ¿Co-cómo sabes todo eso? tú no estabas.
Con tan solo intentes recordar o pensar en algo, puedo saberlo sin que me lo digas. Soy parte de tu mente. Tarada.
¡DEJA DE HUSMEAR EN LOS PENSAMIENTOS AJENOS!
ESTÁS LEYENDO
Te odio hasta el infinito y más allá
Romance-Así que soy un idiota, eh... -me susurra una ronca voz muy cerca del oído. Su fresco aliento choca contra la piel de mi cuello, haciéndome estremecer. No me cabe duda de quien pueda ser. Volteo hacia esa persona despreciable, encontrándome al imbé...