Sus manos soltaron las mías y fueron a reposar en mi cintura, atrayendome más hacia él. Mis manos subieron por sus brazos, rozando sus hombros hasta llegar a su cuello, donde quedaron posadas en su nuca, mientras mis dedos se enrrollaban en sus rizos negros.Su boca sabor a menta combinado con canela, me besaba con suavidad, acariciando mis timidos labios.
El beso era suave y lento, un beso cálido que erizaba los bellos de mi piel.
Él agarro mi labio inferior entre sus dientes y lo jalo con sensualidad, mientras que con sus manos me pegaba cada vez más a su cuerpo.
Al recuperar un poco de aire, volvió a juntar sus labios con los míos para nuevamente fundirnos en un profundo beso.
Una explosión de sensaciones recorrían todo mi estómago.
Hasta que caigo en cuenta de algo.
La vampira...
En un instante mis ojos se abrieron como platos y rápidamente lo empuje con fuerza alejandolo de mí.
Él me miro desconcertado, frunciendo el seño confundido por mi repentino comportamiento.
—¡¿QUE TE PASA IMBECIL?! ¡TIENES NOVIA! —grite histérica, empujándolo nuevamente, sin embargo, esta vez solo le hice retroceder un pequeño paso.
—¿Qué? —me mira más confundido que antes —¿De qué estás hablando?
No puede ser posible.
Es un descarado.
—¡No te hagas! —él seguía con el mismo gesto en su rostro, eso me hizo enfurecer aún más —¡LA VAMPIRA, IDIOTA! —grite harta.
Su cara ya se empezaba a deformar por lo tan desorientado que se encontraba ante mis palabras.
Tarada, él no sabe qué tú la llamas vampira a su chica.
Mierda... Cierto...
Bruta.
—La castaña super pálida —seguía igual de confundido. Carajo —¡LA CHICA DE AYER! ¡TU NOVIA, IMBÉCIL!
Con eso al parecer pudo entender a quien me estaba refiriendo.
De su boca solio un "Ah..."
—¿Te refieres a Ariali? —pregunta, yo me encojo de hombros.
—Y yo que voy saber, idiota —me quejo —¿No crees que si supiera su nombre, te lo hubiera dicho desde un principio?
—Buen punto —acepta su error y por un pequeño momento se queda pensando.
Tremendo imbécil.
—Sí, estoy seguro que te refieres a Ariali —afirma con una sonrisa que poco a poco se va convertiendo en una estruendosa carcajada.
¿Y a este?
¿Qué mierda le pasa?
Lo miro enfurecida, cruzandome de brazos.
Toma un poco de aire, se toca su trabajado abdomen y aun riendo habla.
—¿La vampira? —pregunta con gracia para nuevamente soltar otra ruidosa carcajada —¿Por qué la llamas así?
—Por lo pálida que es —respondo con obviedad, encogiéndome de hombros.
—¿Es enserio, Massiel? —alza una ceja y se cruza de brazos. Yo en respuesta asiento con la cabeza, él niega y nuevamente empieza a reir.
Se supone que debería estar molesto. Acabo de "ofender" a su novia ¿Por qué se ríe? ¿Qué clase de novio es este?
—Eres un imbecil, púdrete —volteo para irme, no obstante, él deja de reir y me sujeta del brazo para detenerme.
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Te odio hasta el infinito y más allá
Romance-Así que soy un idiota, eh... -me susurra una ronca voz muy cerca del oído. Su fresco aliento choca contra la piel de mi cuello, haciéndome estremecer. No me cabe duda de quien pueda ser. Volteo hacia esa persona despreciable, encontrándome al imbé...