Episodio 4

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EN EL PASADO (NARRADOR OMNISCIENTE)

Cuando Eros llego a casa fue directo hacia su habitación donde sabia que estaría Hestia dormida en la cuna que había hecho instalar tiempo atrás al lado de su cama.

Se inclino para observarla mejor y aspiro su exquisito olor.

—Se que te prometí no separarme nunca de ti, pero también te prometí que te protegería y si te retengo aquí no lo estaría cumpliendo—extendió sus brazos para cogerla pero antes de siquiera tocarla Dalia abrió la puerta de manera brusca.

—Es él Eros, está aquí, sabe que encontraste a tu Luna y me temo que quiere destruirte matándola a ella primero—anunció Dalia con una expresión de terror en su delicado rostro—No hay tiempo de planificarlo bien, hay que ponerla a salvo antes de que tu tío traspase las fronteras—en seguida Dalia se acerco a la cuna para coger a la pequeña Hestia y llevársela lejos del peligro que les acechaban en las fronteras.

Antes de que Dalia llegara a la cuna Eros la detuvo cogiéndola del brazo y mirándola con ojos suplicantes.

—Solo... déjame despedirme de ella Dalia... necesito... necesito un minuto—Dalia asintió ante su suplicante petición y después de darle un pequeño apretón en el hombro salió de la habitación dejando a Eros prácticamente derrotado.

Eros miró a Hestia por última vez y la cogió entre sus brazos acuñándola y susurrándole promesas al oído.

—Juro que volveremos a vernos mi pequeña Luna, cuando todo esto acabe iré a buscarte—la bebé se removió medio dormida y un pequeño bostezo salió de sus pequeños labios.

Eros sonrió enternecido por su pequeño gesto y con delicadeza le dio un beso en la frente a modo de despedida.

Eros salió de la habitación con Hestia y de seguida Dalia se acercó para coger con delicadeza a la pequeña en brazos.

—Debes protegerla con un hechizo de encubrimiento Dalia, un hechizo tan fuerte que ni siquiera yo pueda olerla o saber dónde está ¿entendiste?—Dalia asintió sabiendo que ese hechizo le costaría prácticamente toda su energía—Nunca me digas su localización hasta que no haya acabado la guerra con mi tío, porque si se donde está no podré resistirme e iré a buscarla.

—E-ros...—ese pequeño murmuró hizo que tanto Dalia como Eros callarán y desviarán su total atención a la pequeña Hestia, la cual, estaba despierta y miraba a Eros de manera curiosa.

—Ha... ha hablado Dalia ¿lo has oído?—Eros se acercó a Hestia y le cogió su manita mientras no dejaba de mirarla asombrado.

—Lo he oído hijo mío—Dalia sonrió a Eros antes de que 4 hombres se acercaran hacia ellos.

—Es hora de evacuar Alpha—Eros borró su sonrisa y se separó de Hestia para dirigir a sus hombres hacia la salida trasera de la mansión donde se encontraba ya Dylan. Esa salida daba directa al bosque que rodeaba la mansión y por tanto esa era la mejor vía de escape para su Luna.

—Quema la casa para que ninguna bruja pueda rastrearla utilizando algún objeto que ella haya tocado—ordeno Eros a su beta para después girarse hacia Dalia—Corre y no mires hacia atrás, Hestia es el futuro de la manada—esas fueron las últimas palabras que pronunció Eros antes de salir junto a sus 4 mejores hombres hacia las fronteras para ganar tiempo y que su Luna pudiese escapar.

Sin pensárselo dos veces Dalia salió corriendo con Hestia entre sus brazos hacia el bosque mientras rezaba para no cruzarse con ningún hombre lobo traidor. Debía reservar toda su magia para realizar el hechizo de encubrimiento y poner a salvo a Hestia.

Después de horas corriendo, cuando considero que ya estaba lo suficientemente lejos de la manada, recostó a Hestia en la hierba y con sus manos temblorosas por el frío y el miedo que sentía cogió el colgante de oro que tenía el nombre de "Hestia" grabado en letras cursivas.

—Este collar ocultara tu esencia mientras lo tengas puesto, nadie podrá detectar tu olor, ni siquiera Eros—Dalia pronunció las palabras adecuadas para realizar el hechizo de ocultación y rápidamente sus manos se iluminaron alrededor del colgante—No te lo quites nunca o perderá el efecto—se lo coloco al rededor de su pequeño cuello y observo por última vez esos ojos esmeralda que la observaban fijamente—Nos veremos pronto Hestia—empezó a pronunciar el hechizo que enviaría a Hestia a las puertas de un orfanato que había escogido ella misma por si algún día se diera el caso de necesitarlo. Pero cuando estaba a punto de acabar el hechizo de transportación un lobo apareció de entre los árboles y la ataco por la espalda provocando que el hechizo se desviara hacia otro lugar.

Hestia se había perdido en algún lugar de este mundo y ni siquiera Dalia sabía donde estaba su Luna.








Este episodio a sido algo algo corto pero lo bueno es que para el siguiente ya estaremos en la actualidad y empezará a hablar Hestia 😉

La debilidad del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora