Episodio 30

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POV EROS
Me desperté ya en mi forma humana a su lado, ojalá pudiera despertarme así cada día del resto de mi vida.

Le di un beso en la mejilla y de seguida note que estaba fría, debía dejarla en casa para que no se resfriara con el frío de la noche.

Iba a cogerla en brazos cuando escuché un aullido en la lejanía.

Y no un aullido normal, era uno de socorro.

Algo iba mal...

Me asomé entre los árboles para observar mejor y vi como algunos hombres forzaban la cerradura de la mansión.

¿Como habían podido entrar?

Debía alejarlos de Hestia lo antes posible.

Hice un ruido a propósito que estaba seguro que iban a escuchar y todos se giraron hacia mi posición.

Perfecto...

-¡Es el Alpha!-grito uno de esos hombres alertando a los demás con su advertencia.

Empecé a correr en dirección contraria de donde estaba Hestia y de seguida todos me empezaron a perseguir como perros sarnosos.

Les lleve hacia un descampado donde ya había reunido a algunos soldados de mi manada a través del vínculo.

Me convertí en Hades animando a los de mi manada a hacer lo mismo.

Hades estaba furioso, solo pensar que nuestra Luna estaba en peligro hace que nos hierba la sangre.

Atacamos todos matando todo lo que se nos cruzará en el camino.

Pasaron lo que pareció horas cuando ya empezaban a reducirse considerablemente el número de enemigos, estábamos ganando.

-¡Alpha! ¡Vienen más desde el norte!-advirtió uno de mis hombres a través del vínculo.

El norte... Hestia estaba en el norte.

No me lo pensé ni un segundo y salí corriendo hacia donde había dejado a mi Luna.

A través del vínculo todos mis hombres me gritaban que volviera, que no les dejara.

Pero yo tenia mis prioridades y Hestia era la primera en mi lista.

En cuanto llegue no vi nada, ni a ella ni a sus latidos.

Olfatee el suelo en busca de un rastro y de repente todo mi mundo se paralizó... sangre.

Olfatee la sangre con miedo de que fuera de Hestia y me alivio saber que solo era del inútil de los gemelos Hander.

Pero mi miedo volvió en cuanto percibí que había otro rastro de sangre.

Y este si que era de Hestia.

Estaba herida o... muerta.

No, muerta es imposible, aún la siento.

Intente seguir su rastro pero no percibía nada a partir de un árbol escondido.

Es como si se hubiera esfumado.

Me intente contactar con Hestia a través del vínculo concentrándome todo lo que pude-¿Hestia?-note como el vínculo entre nosotros vibraba, lo había conseguido.

-¿Que haces aquí Eros?-pregunto confusa, se me olvidó explicarle esta parte del vínculo.

-¿Donde estas?-pregunte desesperado, no podía perder el tiempo dándole explicaciones.

-¿Que quieres decir? Estoy aquí-supongo que pensaba que de verdad estaba a su lado y no hablándole a través de nuestras mentes-¿No le escuchas?-mi cuerpo se tensó al escuchar esa pregunta, estaba con alguien.

La debilidad del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora