POV HESTIABaje del coche y empecé a acercarme hacia donde estaban ellos.
Eros al verme se tensó, supongo que no se lo esperaba.
La chica en cambio me sonrió con una sonrisa que sentí que era sincera.
Le sonreí de vuelta y le acerqué la mano en forma de saludo.
Ella me la estrechó algo precavida pero amablemente.
-Encantada de conocerte Hestia, Eros me a hablado muchísimo de ti-desvié la mirada por unos segundos hacia Eros, parecía avergonzado pero estaba adorable.
-Tú eres...- intente no sonar borde al no saberme su nombre.
-Kiara, me llamo Kiara-asentí y le sonreí mientras observaba sus maletas.
-No hace falta que te vallas Kiara-Eros se sorprendió por mi decisión pero no dijo nada.
-No quiero causar problemas, de verdad-Kiara agarro sus maletas con la intención de irse pero la detuve.
-No he sido justa contigo, al fin y al cabo, tú también fuiste obligada a casarte con Eros.
-Acabáis de reencontraros, vais a necesitar poneros al día y yo solo estorbaría.
Le sonreí sabiendo que ella no cambiaría de opinión.
Sorprendentemente me abrazo-Cuida a Eros por mi-lo susurro tan bajito que me costo entenderla.
-Lo haré-le devolví el abrazo y 10 minutos después ya estábamos entrando a la mansión Eros y yo.
-¿Te a caído bien?-me pregunto Eros refiriéndose a su mujer.
Qué raro suena por dios.
-Si, es una buena chica-Eros simplemente asintió y entramos por fin a la mansión.
Subí las escaleras y Eros me indicó cuál era nuestra habitación.
-Te dejare sola un rato para que te duches y te vistas-asentí agradecida y de seguida salió de la habitación cerrando la puerta.
Durante mi larga ducha tuve tiempo de pensar en todo, en mi vida y en mi muerte.
Básicamente me comí la cabeza, como siempre hago.
Al salir ya estaba mucho más despejada, tenía las ideas claras y estaba lista para intentarlo con Eros.
¿Era una locura? Pues si.
Pero supongo que de vez en cuando puedes permitirte escuchar al corazón y no al cerebro, que en teoría sería lo más sensato.
Me puse un pijama que me pareció cómodo y me tumbé en la cama.
No me apetecía comer, no tenía ni una pizca de hambre después de haber matado a un hombre... hombre lobo más bien.
Cerré los ojos pero no llegué a dormirme, ja que, a los pocos minutos escuché como alguien abría la puerta y entraba a la habitación.
No podía ver nada por la poca luz que entraba de la ventana, pero por el olor de seguida supe que era Eros.
Note como se metió en la cama, la cual cosa no me molestaba, pero aún así estaba súper nerviosa.
-Quítate la pulsera-el sonido de su voz ronca tan cerca de mi oído provoco que todo mi cuerpo reaccionara y se tensara.
-Pero entonces...-intente contradecirle pero de seguida me interrumpió.
-Quítatela-la primera vez que me lo dijo era una petición pero esta segunda vez era una orden.
Dudosamente empecé a quitármela ante su atenta mirada, porque aunque estaba oscuro, la luz de la Luna llena entraba por los cristales de las ventanas y con ella podía ver como sus ojos azules resplandecían más de lo normal.
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La debilidad del Alpha
WerewolfEros, el Alpha de los Alphas, con los años se ha convertido en un hombre más fuerte y distante, toda su bondad y inocencia murió esa misma noche donde vio como la vida se escapaba de los ojos de su madre. Ella lo era todo para él y ver como su mundo...