VIII

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Miércoles por la tarde y Luli y Angie estaban de shopping. Raramente estaban solas y aquello se debía a qué Marti y Brisa tenían exámen al día siguiente por lo que estaban estudiando juntas, por otra parte Mica, estaba cada vez más casada y había salido con Bárbara.

-¿Te gusta este Angie? -Preguntó Luli mientras levantaba un pantalón negro para que su amiga lo viera.

-Obvio Lu, está bueno. Deberías probarte. -Luli asintió en respuesta y siguieron seleccionando ropa, ambas ya tenían varias prendas para probarse.

Luego de probarse y terminar comprando algunas prendas para ellas y otras de regalo para sus amigas, salieron de la tienda y subieron al auto de Luli.

-¿Che Angie, y qué onda vos y la chica aquella que conociste en el bar?

-No pasó nada, o sea me escribió sí. Pero nunca le respondí, pobre. -An se golpeó la frente con su mano.

-¿Eh? ¿Te olvidaste o qué?

-Sí y no. Al principio se me re pasó con lo de Bri y luego no quería cagarla. -Susurró lo último Angie mientras prendía la radio y ponía algo de música bajito.

-Ay boluda, parece que estás más casada con Bri que Mica con Bárbara. -Angie escuchó que su amiga se burlaba y solo le dedicó su peor cara.

-Entonces te cambio la pregunta. ¿Qué onda vos y Brisa?

Angie se sorprendió con la pregunta de su amiga, realmente no sabía que responderle hasta que Luli agregó.

-Y mirá que yo seré una boluda, pero cero dudas de que pasa algo.

-No se a qué te referís boluda, estamos como siempre.

-Mm... después de la escenita de celos de Bri yo no diría lo mismo.

Angie suspiró y negó con la cabeza dispuesta a finalmente contar un poco más de lo que sentía. Después de todo confiaba totalmente en su amiga y le vendría bastante bien compartirlo.

-Te cuento y vos no abrís la boca. ¡Ni a Martina!

-Bue, que humor Angina. Pero dale contame de una vez. Solta el chisme.

La peliazul golpeó levemente el brazo de su amiga y respiró hondo antes de hablar.

-Bueno, vos sabés que es imposible no fijarse en Brisa. Le ves la carita y después el cuerpo y lo buena y tierna que es.

-¡Esto es peor de lo que pensaba, Angie! -Gritó Luli haciendo que su amiga se sobresaltara por la sorpresa.

-Boluda casi me matas del susto. -Se quejó mientras llevaba una mano a su pecho.

Luli se rió a carcajadas y entre risas logró pedirle a Angie que siguiera.

-Muy graciosa eh, te callas o no sigo. -Amenazó pero por lo menos logro que dejara de reírse.

-No se qué le pasa a ella conmigo, pero yo creo que me gusta en serio. -Murmuró lo último algo avergonzada y no se esperaba la respuesta de su amiga.

-Amiga, pero eso lo sabemos todos. Se re nota que te gusta y yo creo que a ella también le gustas. Lo demostró el otro día con la escena de celosa.

-No se Lu, yo no estoy segura. A veces estamos juntas y es como si creyera que tengo 100% de chances y luego volvemos a ser las amigas más normales.

-Mira, yo te digo que desde afuera se las ve a las dos re enganchadas. Si yo fuera vos me arriesgo y pruebo.

-Uy si, re fácil. Me arriesgo, me manda a la mierda y cago la relación que tenemos.

-Na, tenés todas las de ganar, además Brisa es un amor, como mucho siguen como amigas.

-No se, no sé. No quiero cagarla, en serio.

-Boluda, les va a pasar lo mismo. La vas a ver con un pibe o piba y te vas a querer matar, o al revés. Pero ya es tu decisión, amiga.

Angie suspiro porque sabía que su amiga tenía razón, aún así el miedo a romper lo que había formado con Brisa la asustaba y mucho. Definitivamente iba a pensarlo.

-Bueno, gracias Lulita. Voy a pensar bien y ver qué hago.

-Dale amiga, mientras las voy shipeando.

-¡Sos una boluda!

Ambas se rieron por algunos segundos hasta que la peliazul interrumpió.

-¿Y vos y Marti? ¿Ya pasó algo o la seguís remando?

Lu quedó totalmente roja y aunque trató fue imposible de ocultarlo.

-Algo así...

-¿Qué? Contame idiota.

-Nos besamos varias veces, pero nada más. ¡No te rías, Angie!

Tarde, su amiga ya se estaba riendo de la cara de enamorada que había puesto Luli.

-Muy bien amiga, te felicito. Pero cuidado que se te cae la baba.

-Ay pobre envidiosa, para que veas que yo sí tengo ovarios.

-Tremendo golpe bajo Luli. -Volvieron a reírse.

Ya casi llegaban al apartamento que Brisa compartía con Angie, por lo que se detuvieron a comprar sushi para sorprender a las chicas.

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Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora