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Luli se encargaba de conducir el auto de Martina, con la excusa de que la rubia lo hacía muy mal. Finalmente Mica había desistido de acompañarlas, ya que según ella tenía que estudiar, pero las chicas realmente creían que tenía planes con Bárbara.

Angie iba de copiloto y era la encargada de la música del viaje. Al ser ella quien elegía qué escuchar, iba cantando muy animadamente y a todo pulmón.

-Pitufo, me explota la cabeza. ¿Podrás callarte un rato? -Se quejó Martina y se ganó la risa de las demás, aunque Angie sólo comenzó a cantar más fuerte.

Algunos segundos después Angie bajó la música y dejó de cantar.

-Solo lo hago porque ya me cansé, no creas que es por vos rubia. -Dijo Angie mientras se giraba para mirar a Marti que la miraba con su peor cara y a Bri que simplemente miraba por la ventanilla.

-¿Cuánto falta, Lu? -Habló Brisa y de inmediato obtuvo respuesta.

-Ya casi estamos Brichu, serán tipo 15 minutos más.

-Buenisimo, porque me muero de hambre. -Murmuró Brisa y Angie y Marti estuvieron de acuerdo.

-Vamos a tener que parar a comprar en algún lugar antes de llegar, seguro en la casa no hay nada. -Comentó Luli.

Y así fue, luego de haber pasado por un supermercado y conducir unos kilómetros más, cerca de las 16 horas, las chicas llegaron a la casa. No era muy amplia pero suficiente para ellas, tenía una pequeña piscina en el patio trasero y estaba sólo a unos pasos del mar.

Todas bajaron llevando consigo sus bolsos y la comida que habían comprado. Las cuatro ya habían estado en la casa por lo que la conocían a la perfección. Mientras Luli iba al baño las otras tres organizaban la comida en la cocina.

-Voy a abrir esto. ¿Quieren? -Habló Brisa mientras abría un paquete de papas fritas.

-Eso ni se pregunta bebé. -Angie metió la mano para sacar unas papas incluso antes de que Brisa lo hiciera.

Brisa golpeó el brazo de Angie y después comió algunas papas antes de pasarle el paquete a la rubia.

-¿Vamos a aprovechar a bajar a la playa? -Dijo Luli mientras entraba a la cocina.

-Por mi si, Lu. -Brisa.

-Por mi también. -Dijo la rubia con la boca llena de papas.

-Que asco Mar, tragá primero. -Se quejó Luli y en respuesta la rubia le sacó la lengua.

-Bueno, vamos entonces chiquitas. -Habló Angie ésta vez y fue a por su mochila.

-Voy a cambiarme a la habitación.

-Ahí voy también. -Agregó Brisa y luego de robarle algunas papas a Martina fue a buscar su mochila y siguió a su amiga. Marti y Luli también las siguieron.

La casa contaba en el primer piso con dos habitaciones ubicadas una al lado de la otra y separadas por un baño. En la planta baja había una amplia sala, una cocina comedor y un baño.

Angie y Brisa se dirigieron a una habitación y Marti y Luli a la otra. Minutos después Brisa salía del baño en traje de baño y entraba a la habitación donde Angie ya se había cambiado.

-¿Por qué me miras así? -Preguntó Brisa elevando una de sus cejas ante la mirada fija de su amiga en su cuerpo.

Angie reaccionó segundos después y desvió la mirada sonriendo.

-Solo que estás muy linda, Bri. -Susurró en voz baja Angie y le sonrió a su amiga la cuál también lo hacía. Brisa se colocó un vestido sobre el traje y giró a ver a la peliazul.

-Vamos a buscar a las chicas sino están tres horas. -Angie cruzo sus brazos y nego con la cabeza aún sentada en la cama.

-¿Qué bebé? -Preguntó Brisa divertida por el comportamiento de su amiga.

Angie no respondió y sólo estiró los labios hacia Bri, esperando que ésta supiera lo que esperaba. Brisa soltó una leve risa y se acercó a Angie para tomar sus mejillas entre sus manos. Dejó un pequeño pero dulce beso sobre sus labios y luego uno en su nariz.

-¿Ahora sí podemos ir? -Preguntó mirando a su amiga divertida. Angie asintió mucho más animada y se puso de pie. Ambas fueron a la otra habitación, como habían demorado tanto suponían que sus amigas ya estaban listas por lo que Angie abrió la puerta de golpe para asustar a sus amigas.

Al abrir la puerta se encontraron a Martina sentada en el borde de la cama con Luli sentada sobre sus piernas y compartiendo un beso, al parecer bastante intenso.

-¡Así las quería agarrar! -Gritó Angie asustando a sus amigas. Martina rápidamente se puso de pie soltando a Luli quien terminó sentada en el piso.

Brisa estaba tentada de la risa mientras miraba la escena.

-Martiii, que bruta. Me tiraste. -Se quejaba Luli en el piso mientras Martina no podía estar más roja.

-Ay Angie, sos una boluda. -Habló por fin la rubia mientras ayudaba a qué Luli se pudiera de pie.

-¿Qué hacían amigas? -Preguntó Brisa solo para molestarlas un poco más.

Luli puso los ojos en blanco y respondió.

-¿No vieron que me estaba comiendo a la rubia? -Todas rieron por la sinceridad pero Angie agregó.

-No se, yo creo que la rubia era la que te estaba comiendo a vos Lulita. -Angie recibió un empujón de su amiga y salió de la habitación seguida de Martí quien no dijo nada más.

Angie miró a Brisa moviendo sus cejas divertida.

-La idea de venir a buscarlas fue la mejor que se te pudo ocurrir. Las voy a joder para siempre. -Exclamó Angie bastante emocionada y Brisa negó con la cabeza.

-Parece que tenés 10 años, Angie.

Las chicas bajaron y en la sala se encontraron con sus amigas. Sin hablar más sobre la escena anterior todas caminaron hasta llegar a la playa. Si bien no hacía mucho calor, estaba bastante concurrida.

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Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora