XVI

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Brisa ya había recibido su vaso y estaba bebiendo quizás el tercer trago. Aún no se había levantado para ir con sus amigas, pues no tenía muchas ganas de volver a ver a Angie coqueteando con la tal Fiorella.

-Hola, preciosa. ¿Sola? -Escuchó que murmuraban a su lado y rápidamente negó con la cabeza. 

-Yo creo que sí, no te veo con nadie, preciosa. -El chico volvió a repetir aquél apodo y si Brisa no estuviera en un lugar público, seguramente hubiera hecho una arcada.

-No estoy sola, además ya me voy. -Cuando se dispuso a pararse el chico le tomó la mano y la apretó para que no pudiera hacerlo. Rápidamente Brisa con todas sus fuerzas quitó su mano de debajo de la del chico y se puso de pie.

-¡No vuelvas a tocarme, idiota! -Gritó y se dió la vuelta para avanzar chocando de frente con Angie quien la miraba intentando descifrar que pasaba.

En tanto el chico simplemente se reía aún sentado en la barra.

Brisa suspiró al darse cuenta de que tenía a Angie enfrente y sin dudarlo se aferró a su cuerpo.

-¿Que te hizo ese tipo? -Preguntó Angie correspondiendo el abrazo pero mirando fijamente al chico que seguía en la barra con su atención ya en otra chica.

-Nada, un idiota intenso. -Susurró Brisa y se separó de Angie, recordando la razón por la cual no quería volver con sus amigas.

-¿Pero te dijo algo, te hizo algo? -Preguntó la peliazul preocupada y quizás un poco enojada mientras tomaba una de las manos de Brisa y entrelazaba sus dedos.

-Tranqui, no te gastes, es un idiota... ¿venías a comprar algo? -Preguntó aunque Angie ya tenía una bebida en su mano.

-No, te venía a buscar a vos. Las chicas me dijeron que estabas acá. -Las peliazul le sonrió y Brisa también lo hizo.

-Ahora que me encontraste, ¿volvemos con las chicas o...?

-Ay no, Bri. Vayamos a otro lado o quedemonos acá, no quiero volver con Fiorella. -Dijo Angie pero sintiendo algo de culpa por la chica, realmente ella nunca le había aclarado nada pero tampoco quería hacerlo.

Brisa realmente se sorprendió y miró a su amiga confundida elevando una de sus cejas.

-Pensé que la estaban pasando bien juntas. -Habló con la mirada ahora en el piso y algo avergonzada. Al parecer entendía todo mal.

-Si, o sea no, es que estaba un poco intensa y a mi de verdad que no me interesa. ¿Por qué pensabas que sí?

Preguntó Angie sonriendo internamente a la idea de que Brisa quizás estaba celosa.

-No se, no me hagas caso. Las ví tan juntas que pensé cualquiera, además nos cagaron el baile. -Lo último fue susurrado pero la peliazul igual logró escucharlo.

Coincidía totalmente con su amiga, Mica y las chicas habían llegado en su mejor momento. Si no interrumpían seguramente habría terminado besando a Brisa y su noche hubiera estado un 1000% mejor. Aunque... aún no terminaba.

-Vamos a bailar Bri. - Angie terminó la bebida que quedaba en su vaso y se estiró para dejarlo sobre la barra. Cuando se dió la vuelta, Brisa ya estaba bailando a su lado y a la peliazul le pareció haber visto a la chica más linda y por qué no sexy de la fiesta.

Brisa notó que la miraba y sonriendo le hizo una seña con su mano para que se le uniera. Así fue, Angie rodeó la cintura de su amiga por detrás y ambas se movieron siguiendo la música. Sus cuerpos volvían a coincidir y rozarse pero ninguna de las dos hacía algo por evitarlo, es más Angie en un acto de valentía se había acercado más a su amiga y ahora sus cuerpos estaban completamente juntos, sus respiraciones agitadas y sus corazones acelerados.

En cuanto la música cambió un poco, Brisa se dió la vuelta para quedar frente a su amiga. Angie volvió a tomar la cadera de su amiga y sutilmente la presionó contra ella. No iba a dejar que nadie las interrumpiera ahora y ante cualquier señal de Brisa, tomaría todo lo que pudiera. Se moría por volver a sentir sus labios en los suyos.

Brisa llevó sus dos brazos sobre los hombros de su amiga y apoyó sus frentes juntas para luego suspirar mientras miraba fijamente a su amiga. Dios, estaba tan cerca de sus labios pero aún no se animaba a cortar aquella distancia. También deseaba volver a sentir los labios de Angie.

-Bri, ¿puedo...? -Empezó a hablar Angie pero se detuvo ante el roce de sus labios.

Brisa sonrió ante el contacto y su cuerpo se estremeció. Dejó el miedo atrás y termino por cortar aquella mínima distancia que las separaba.

Primero dejó un pequeño beso sobre sus labios y recibió una sonrisa de Angie. Segundos después los labios de la peliazul se movieron sobre los suyos y Brisa se entregó por completo al beso. Se sentía aún mejor que la noche anterior y creía que se debía al saber que ésta vez, Angie lo recordaría.
Angie suspiró sobre los labios de Bri y mientras trataba de acercarla más a su cuerpo, presionando su cadera, profundizó el beso luego de que Brisa le concediera permiso a su lengua de entrar en su boca.

Los brazos de Bri presionaron más y la castaña se acercó tanto como pudo al cuerpo de su amiga mientras deslizaba una de sus manos a la mejilla de la peliazul. El beso seguía siendo dulce y suave a pesar de que ahora sus lenguas estuvieran luchando por el control. Brisa sabía que en breve tendría que separarse porque la falta de aire en ambas ya era evidente. Angie fue la primera en hacerlo, no sin antes dejar varios pequeños besos sobre los labios de Brisa.

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Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora