Siempre fuiste tú. - Brangie

VII

Cuando llegaron ambas estaban bastante agotadas por lo que se dieron una ducha y decidieron pedir una pizza vegana al delivery. Brisa estaba sentada en el sofá tapada con una manta por lo que cuando el timbre sonó Angie no tuvo más opción que ir a buscar la comida.

-Que suerte que ya llegó, me estaba sonando el estómago. -Se quejo la castaña mientras abría la caja de pizza que su amiga había dejado sobre la mesa de centro.

Angie tomó un trozo y lo llevó a su boca para luego hablar aún con la pizza allí.

-Yo también me moría de hambre.

-Angie, no seas asquerosa y traga antes de hablar. -Reprochó Bri y luego probó la pizza.

-Perdón bebita, es que tenía hambre en serio y esta súper rica. -Angie sacó la lengua hacia su amiga.

-Igual sos un asco. -Insistió Bri pero bromeando.

Comieron mientras se molestaban mutuamente y cuando terminaron fue Brisa quien se levantó a dejar los restos y todo lo que habían ensuciado en la cocina. Al volver se encontró con Angie recostada y ocupando casi todo el sofá.

-¿Esta es una forma discreta de echarme? -Preguntó Brisa cruzándose de brazos frente a su amiga que buscaba que ver en Netflix.

-Para nada, vení acostate vamos a ver algo juntas. Si queres y no tenes otros planes.

Bri se rió por un momento y se dejó caer sobre su amiga para luego acostarse a su lado. No podía decir que estuviera cómoda, el sofá no era lo suficiente grande por lo que si lo intentaba igual no podría estar separada del cuerpo de Angie. Pero nadie dijo que lo estuviera intentando.

-Tapame Bripsi y abrázame que tengo frío. -Se quejó Angie y agregó.

-Esta peli parece estar buena y es de crímenes como nos gustan.

-Dale, aunque no sé cuánto aguante. Si me duermo me llamas que tengo que poner la alarma. Mañana tengo clase temprano. -Estiró su brazo y alcanzó la manta con la cual se cubrieron. Se puso de lado e inevitablemente quedó en la posición de cuchara pequeña. Angie no perdió el tiempo y se abrazó a su amiga por la cintura.

Brisa suspiró al sentirla y creyó que la sonrisa que se instaló en sus labios duraría para siempre.

-Sos muy cómoda, Bripsi. -Angie susurró cerca del oído de Bri y ésta giro apenas su rostro para mirarla por unos segundos.

-Vos sos muy dulce aunque quieras aparentar que no. -Cómo respuesta Angie sacó su lengua y la castaña solo sonrió para volver a mirar la tv.

Mientras la película transcurría, Angie trataba de concentrarse en la trama, pero tener a Brisa tan cerca y presionando contra su cuerpo le estaba dificultando hasta respirar de forma normal.

Brisa en cambio había colocado una de sus manos sobre la mano que la peliazul tenía en su cintura. Trataba de disfrutar cada segundo que tenía a su amiga tan cerca y para ella sola.

Casi dos horas después la película había finalizado y Brisa dormía cómodamente en los brazos de Angie.

-Bri, tenés que ir a la cama y poner la alarma. -Angie trataba de despertar a su amiga aunque odiaba el hecho de tener que separarse de ella.

La castaña pronunció algunas palabras inentendibles y se dió la vuelta para aferrarse a su amiga. Angie se paralizó por unos segundos pero cuando pudo recomponerse volvió a intentar despertarla.

-Bripsi, arriba. Bripsi...

-Si no te vas a la cama mañana no vas a poder moverte.

-Que pesada, dejame. -Se quejó Brisa con su voz soñolienta.

Angie se rió levemente y se incorporó en el sofá haciendo que la castaña también terminará sentada.

-Ay boluda, estaba re cómoda. -Nuevamente se quejó Brisa y se puso de pie refregando sus ojos para lograr abrirlos por completo.

Angie se puso de pie también y se acercó a su amiga para dejar un pequeño beso en su nariz.

-Deja de quejarte y pone la alarma para mañana y llámame, no te olvides.

-Si mamá. -Suspiró Brisa y luego sonrió ante el beso de su amiga.

-Hasta mañana bebé. -Se despidió la peliazul antes de ver cómo Brisa se dirigía al baño y ella entró a su habitación.

700

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