XXIV

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Angie pudo visualizar cuando Brisa entraba al baño, por lo que se apresuró y entró tras ella.

-¡Ocupado! -Gritó Brisa pero Angie ya había entrado.

-¿Qué haces? Me asustaste. -Agregó la castaña y Angie se encogió de hombros.

-Vine a acompañarte, si queres entrá y te cuido la puerta. -Dijo la peliazul y Brisa negó.

-Solo me iba a arreglar el pelo y aprovechar para dejar de ver al tipo ese. -Brisa dijo sincera y se acercó al espejo para arreglarse.

Angie la miró sólo por unos segundos y luego caminó para acercarse y rodear su cuerpo por detrás. Apoyó su rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de Brisa e inhaló para sentir su perfume.

Brisa miró su reflejo en el espejo y sonrió.

-Me asustaste cuando te fuiste tan rápido, pensé que estabas enojada. -Angie habló aún con su rostro escondido.

-Y.. obvio que me enojé. El chico no te dejaba ni respirar.

Angie se rió levemente y en consecuencia Brisa se separó y giró solo para quedar de espaldas al espejo y frente a Angie.

-¿Y por qué no hiciste nada, Bri? -Preguntó Angie levantando una ceja.

-Porque vos tendrías que haberle dicho que no. -Habló Brisa con la molestia visible en su voz.

-¿Y qué te pensas que hice? -Habló Angie con su voz más baja mientras volvía a acercarse a su amiga. Apoyó sus manos sobre el lavabo, aprisionado a Brisa entre ellas.

Bri suspiró al sentir que la peliazul se acercaba y solamente se encogió de hombros, luchando por no ceder ante la sonrisa que amenazaba con formarse en sus labios.

-Me encanta cuando te pones celosa, pero no me gusta que siempre te escapes. La próxima dame chance y quédate conmigo. -Angie se había acercado lo suficiente al rostro de Brisa y ya lograba sentir el aliento de ésta sobre sus labios.

Brisa no podía formar palabras coherentes entre el alcohol, el nerviosismo y las sensaciones que Angie despertaba en su cuerpo. Elevó su mirada para fijarla en la de su amiga y por pura coincidencia o quizás conexión, ambas se acercaron al mismo tiempo y unieron sus labios una vez más en un beso. Era diferente a los anteriores, se podía notar la desesperación, ansias y deseo que ambas sentían. Brisa llevó sus manos al top de Angie y jaló de él para que su amiga se terminara de acercar. Angie acató de inmediato y pegó su cuerpo al de Brisa, presionandola contra su cuerpo y el lavabo.

El beso continuaba de la misma forma y ahora sus lenguas competían por lograr llevar el control de la situación. Las manos de Angie se habían atrevido a bajar hasta depositarse en el trasero de su amiga y ahora ejercían cierta presión allí.

Brisa mordió el labio superior de Angie y se separó sólo un segundo en busca de aire, acto seguido bajo sus labios al cuello de Angie donde comenzó a morder y succionar haciendo que Angie no pueda evitar gemir en voz baja. Aquellos sonidos hicieron que el cuerpo de Brisa temblará levemente por lo que volvió a morder la piel de su amiga pero está vez con más fuerza. Seguro quedaría una marca allí, pero ahora no era lo importante. Las manos de Brisa recorrían ahora la cintura y cadera de la peliazul tratando de estar aún más cerca.

Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora