XXV

953 50 2
                                    

-¿Dónde estaban? -Habló Marti mientras mantenía a Luli abrazada a su cintura.

-En el baño, Mar. -Exclamó Brisa como si fuera lo más normal del mundo demorar casi una hora en el baño y Angie puso los ojos en blanco ante la mirada acusadora de Martina.

-Mejor ni pregunto que estaban haciendo. -Bromeó la rubia y Luli también se rió para luego agregar.

-Igual me imagino que pasándola bárbaro. -Hablo Luli y en cuanto empezó una nueva canción comenzó a bailar tomando de la mano a Martina.

-Dale Marti, bailemos. -Agregó y Martina se rió de su comportamiento pero la siguió en el baile.

Brisa comenzó a bailar en cuanto sonó la canción y sin decirle nada a Angie tomó su mano para que bailara con ella. Giró para estar de espalda a su amiga y comenzó a moverse rozando el cuerpo de la peliazul. Angie la miraba embobada y mordiendo su labio la siguió en los movimientos. Le encantaba sentir a Brisa pero a la vez la odiaba internamente, al parecer la castaña se había olvidado que luego de lo sucedido en el baño, la peliazul no había podido concretar nada por lo que su cuerpo ardía ante cada toque. Para su suerte Martí y Luli estaban inmersas en su mundo y ni las habían mirado.

Angie aguantó solo unos minutos más y antes de que terminara la canción tomó a su amiga del brazo para que quedarán frente a frente y se acercó a su oído.

-Me estás matando, Bri. -Susurró Angie para luego dejar un pequeño y disimulado beso en su cuello.

-Lo se, An. -Exclamó Brisa sonriendo y pasó sus brazos sobre el cuello de Angie para abrazarla y acercarse.

La peliazul correspondió de inmediato rodeando la cadera de Brisa con sus manos.

-Mm, ¿sí? -Preguntó Angie sonriendo mientras miraba los ojos de su amiga. Brisa se acercó a sus labios para rozarlos y asintió con su cabeza. Al parecer gracias al alcohol, a Brisa no le importaba que sus amigas estuvieran sólo a unos pasos de distancia, y quizás a Angie tampoco ya que sin dudarlo besó suavemente los labios de su amiga. Aún así el beso no duró mucho.

-Chicas, estoy cansada. -Justo se acercó Martí seguida de Luli y Angie agradeció de que no lo hubieran hecho antes.

-¿Vamos? -Preguntó Angie, sinceramente también estaba agotada.

-Si, por mi vamos. -Habló Brisa y Luli y estuvo de acuerdo.

Casi una hora más tarde las chicas entraban a la casa ya bastante agotadas por la noche y la tarde en la playa. Si bien los planes de Brisa al llegar a la casa eran diferentes, en cuánto cayó en la cama se quedó dormida sin más. Cuando Angie entró a la habitación luego de pasar por el baño se encontró a la castaña sobre la cama ya dormida y aún vestida como había ido a la fiesta.

-Bri, al menos métete bajo las mantas. -Exclamó Angie mientras le quitaba las botas a su amiga. Luego de insistir por unos minutos, Brisa abrió sus ojos un tanto desorientada.

-Bri, ¿tenés que ir al baño, te vas a cambiar? -Preguntó Angie y Brisa negó con la cabeza, se sentó sobre la cama y se quitó la falda. Posteriormente se metió bajo las mantas. Angie bajó la luz de la habitación y se acostó junto a la castaña.

-Buenas noches, bebé. -Susurró Brisa entredormida y tomó una mano de Angie llevándola hacia su cadera para que la peliazul la abrazara.

-Buenas noches, Bripsi. -Susurró también Angie y luego de dejar un beso en el hombro de su amiga se dispuso a dormir.

A la mañana siguiente, como siempre Luli fue la primera en levantarse totalmente renovada y estaba de tan buen humor que preparó el desayuno para todas, en realidad lo compró, pero la intención estuvo allí.

Ya se encontraba en la cocina cuando Marti bajo aún con su ropa de dormir.

-Que rico, Lu. -Habló en cuanto vió las donas sobre la mesa y se acercó a agarrar una.

-Buen día rubia. -Saludó Lu y se acercó para robarle un beso.

-Buen día a vos también. -Respondió Martí y también le robó un beso a su amiga.

Luli se había levantado hacia al menos una hora, por lo que había tenido el tiempo suficiente para pensar sobre algunas ideas que daban vuelta en su mente. Cómo siempre siguiendo su impulso en un segundo se decidió a hablarlo con Martina.

Luego se que ambas se sentaron en la mesa, Luli habló.

-Gorda, ¿vos crees que las chicas ya saben que estamos en algo, no?

-Obvio. Sos la menos disimulada, Luli. -Exclamó Martina mientras terminaba la dona y posteriormente chupaba sus dedos para quitar el azúcar que había quedado. -¿Por?

-Es que yo creo que también saben y estoy un poco harta de tener que escondernos frente a ellas. A ver, son nuestras amigas, no va a pasar nada porque me vean comerte la boca. -Lu dijo lo último entre risas y Martina la siguió.

-Por mi le contamos cuando bajen o de una dejamos de escondernos y listo.

-Buenisimo, rubia.

-Martina se puso de pie para sentarse en las piernas de la más baja y le robó varios pequeños besos.

Luli sonrió y siguió besando a Martí hasta que recordó el otro tema del que quería hablarle.

-Brisa y Angie también están garchando. ¿No? -Soltó Luli y Martina se sorprendió ya que no esperaba ese cambio de tema tan brusco.

-Ay, Luli. Re grosera. -Se quejó Martina pero de inmediato volvió a hablar.

-No se si tanto, pero en algo andan.

-Mal, casi que son tan lindas juntas como nosotras.

Martina se rió levemente y se acercó para besar a Lu.

-Hablando de roma... -Dijo Luli cuando vió como Brisa bajaba las escaleras totalmente despeinada y aún con parte de la ropa de la noche anterior.

-Que temprano se levantaron, están locas. -Habló Brisa y se sentó frente a sus amigas que aún compartían una silla. Agarró una de las donas y le dió un mordisco.

-Son casi las 2 Brichu, ni que fueran las 7 de la mañana. -Habló sonriendo Luli.

-¿Si? Anoche llegué y me morí literal.

-Si, escuchamos como Angie trató de despertarte como 10 veces. -Esta vez habló Martina y Brisa se tapó la cara con una mano.

-Pobre bebé, no sé ni que le dije. -Murmuró Brisa más para ella que para las demás.

En cuanto la castaña terminó de hablar Angie bajó corriendo las escaleras y se detuvo justo al verlas.

-¡Pensé que se habían ido a la playa sin mi! -Habló agitada y recibió en respuesta la risa de sus tres amigas.

-Que exagerada, como mucho caminabas 10 pasos sola. -Se burló Luli.

-Si si, lo que digan. -Angie se sentó en la mesa y también se sirvió una dona. -Me moría de hambre.

1143

3/5 ¡Sólo dos más para el final! ¿Me dejan sus comentarios?

Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora