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Angie no podía estar más feliz, había aprobado álgebra después de dar el examen al menos tres veces. No podía decirse que odiaba aquélla clase, pero tenía que admitir que aunque lo intentaba no podía llegar a comprender ninguno de los temas que se dictaban. En cuanto salió del salón, luego de abrazar efusivamente a su profesora, marcó en su teléfono el número de su amiga.

-¿Cómo te fue? -Escuchó que su amiga preguntaba y de inmediato respondió casi gritando.

-¡Aprobé! ¿Podés creerlo? Esta noche tenemos que festejar a lo grande. -Como respuesta obtuvo una carcajada de su amiga pero segundos después la escuchó continuar.

-Sabía que aprobarías, acordate que fui tu profesora particular y claro que saldremos. ¡Veni cuanto antes!

-Claro, todo el mérito te lo llevas vos. -Bromeó Angie y terminó la llamada porque ya se encontraba en la puerta del pequeño apartamento que compartía con Brisa y que se encontraba a sólo unos pasos de la Universidad.

Abrió la puerta y se encontró con su amiga aún con el teléfono en la mano.

-Podrías avisar que ya llegabas, me quedé hablando sola. -Reclamó Brisa mientras dejaba el teléfono sobre el sofá.

-Calláte y vení a felicitarme. -Exclamó sonriendo Angie mientras se quitaba su bolso y lo dejaba en el piso.

Brisa hizo una mueca burlándose de su amiga pero segundos después se acercó a abrazarla.

-Felicitaciones, ya era hora de que te quitaras esa molestia. -Susurró la castaña y como respuesta obtuvo también un abrazo de Angie y varios besos en su mejilla.

-Te pones empalagosa cuando estas contenta. -Se rió Brisa mientras se separaba de su amiga y se dejaba caer en el sofá.

Compartían el apartamento desde hacía casi un año. Luego de conocerse en la secundaria, su conexión había sido instantánea por lo que desde el principio habían sido muy unidas; incluso demasiado a los ojos de sus demás amigos. Además de vivir juntas estudiaban la misma carrera, diseño para redes, ambas tenían becas completas y no pasaban más de unas horas lejos de la otra.

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La tarde había pasado rápidamente, Brisa se había dedicado a estudiar mientras que Angie había estado durmiendo todo el día. Luego de que la castaña tomara una ducha, decidió que era hora de despertar a su amiga.

Entró en la habitación de la peliazul y sin emitir sonido alguno se tumbó sobre su amiga, la cual de inmediato comenzó a quejarse.

-¡Arriba An! Dormiste todo el día. - Exclamó para luego recostarse a un lado de su amiga.

Angie en cambio aún no lograba despertarse del todo, y cuando por fin lo hizo volvió a quejarse.

-¿Qué hora es? Parece que sólo dormí cinco minutos.- De inmediato oyó la risa de su amiga por lo que le colocó una almohada sobre la cara.

-¡Dormiste todo el día, más de cinco horas!- Volvió a reírse la castaña quitando la almohada de su cara.

-¿No querías salir a bailar?- Volvió a hablar Brisa mientras se sentaba en la cama y Angie hacia lo mismo.

-Mierda, claro que si. Ya me levanto.- Murmuró An mientras se ponía de pié y caminaba hacia el baño.

-Enseguida vuelvo bebé.- Dijo la peliazul antes de entrar en el baño.

Cuando por fin salió de la ducha se encontró con su amiga recostada sobre su cama leyendo algo en el teléfono. Se aclaró la garganta para llamar su atención por lo que Brisa la miró de reojo unos segundos para volver a leer.

-Sólo te aviso que me voy a cambiar. -Dijo An mientras buscaba algo en su armario, buscaba algo casual ya que más tarde se cambiaría para salir. Encontró lo que buscaba, se quitó la toalla que la rodeaba y se vistió rápidamente. La presencia de su amiga no le molestaba aunque sentía que la estaba mirando, no era algo que la incomodaba sino que en cierto punto le gustaba.

Tenían esa confianza y Angie tenía que admitir que muchas veces se aprovechaba de la misma. Mentirse a ella misma sería algo tonto, por lo que estaba más que claro que si no fuera por miedo a perder su amistad, hacía tiempo hubiera intentado algo con Brisa. Realmente no estaba segura de su amiga la quería de la misma forma, aunque de lo que si estaba segura era de que su amiga no le quitaba los ojos de encima.

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Hola! Escribí esta historia en mi tiempo libre, espero les guste. Voy a actualizar al menos una vez al día si veo que  la están leyendo.

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Siempre fuiste tú. - BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora