Pestañas largas y tristes (poemas)

No cambies mis planes

No cambies mis planes. No me quites la soledad y paz que tanto me reconforta en mi vida, no quiero tener que pensar en complacer a alguien más, en agradar a alguien más; no quiero regresar cada noche preguntándome: "¿Y si fui demasiado estúpido como para asustarle y por ende querrá alejarse?". Estoy harto de pensar que decepciono a todos, tú no serías la excepción.

Quiero trabajar mucho para comprarme un coche, quiero estar concentrado escribiendo mi poesía y quiero ir a un montón de lados yo solo. Todavía no me conozco lo suficiente, tengo telas en mi corazón que necesito quitar con un poco de terapia, aventura y riesgo. Y me asusta que algún día llegues, me enamores y quieras adueñarte de mi tiempo. No me gustará compartir mis cosas contigo. Hasta ahora todo lo hago en soledad y eso me encanta, con esto es suficiente. No quiero pasar los próximos años de mi crecimiento contigo porque tu nombre estará en cada nueva etapa y cuando te vayas de mí se irá parte de eso bonito también.

Ejemplos de buenas parejas no hay a mi alrededor. Después de años lo bonito termina siendo carbón que estorba.

He imaginado un futuro maravilloso, pero solo. Y con mi mamá y abuelita.

No quiero darle a alguien ajeno autoridad sobre mis deseos. No quiero que me distraigas o intentes ponerle a mis obras nombres que se te antojen porque jamás sabrás realmente lo valiosas que son para mí y lo que significan.

Mis planes son hermosos, no quiero que los arruines. No me ates a ti. No te ates a mí. Quiero ser feliz solo y libre.

Así, de lejos estamos mejor. Crees que soy buena persona, pero no te acerques porque no quiero decepcionarte, mis palabras no son lo que realmente siento, son solo nerviosismos causados por inseguridades y traumas pasados y presentes.

Si te recuestas encima de mí te lastimaré. No, no soy alguien apto y capaz de sostener a alguien entre mis manos. Y, la verdad es que ni quiero. Así que no te enamores de mí. Así de lejos mejor.

Si me gustas estarás presente en cuatro o cinco escritos que mostraré o tiraré, y, por dentro querré ir hacia ti, darte todo lo que tengo y pedirte que me enseñes a quitarme esa mala imagen del amor, que me demuestres que el amor con los años no se va, construyamos una historia hermosa y me ayudes a cargar con el peso de mi falta de autoestima. Solo así podría abrirme fácilmente. Pero obviamente no me atreveré a sincerarme contigo y serás un amor fugaz como los otros.

Pero, la vida cambia y mi interior también. Hoy no quiero que cambies mis planes, pero quizá mañana llegues en tu centésima versión hermosa y cambie mi decisión y llegues a tentarme en darte autoridad sobre mi mundo si eres lo suficientemente respetuosa conmigo y buena de corazón. Solo sé que hoy no.