Tu opinión tiene balas como si no fueras libre para hablar. Generalizar está en nuestro ser, dices: "el mundo es una porquería", pero no toda la humanidad está perdida. Generalizar está en mí, y siempre sales con lo mismo: "no generalices".
Dios, no vivo en un mundo de libre opinión. ¿No seré feliz dando mi punto de vista si no soy políticamente correcto y voy en pro de todos los movimientos sociales? Tengo que calcular muy bien mis palabras o seré tachado como retrógrada. Por eso a veces me callo, porque no puedo tener a todo el mundo contento y eso me asusta. Dependo mucho todavía de la opinión de los demás, de su perspectiva sobre mí, porque siento que en el mundo somos lo que somos realmente y lo que las personas piensan que somos. En lo carnal es así.
Ahora no tengo tiempo para mi punto de vista forzado a ser políticamente correcto, quiero drenar mis emociones interiores, esas salvajes y locas, tontas y contradictorias, soy mis imperfecciones. Vivir en una sociedad asustadiza me asusta. Respeto también a los ignorantes, no es su culpa pensar todavía así.
Cuando abro mi voz temo, temo decir algo inconsciente pero auténtico que ofenda a alguien más. ¡Estoy cansado de esto! Mierda, no hay libertad. Mi voz no es ofensiva pero nunca gustará a todos. No tenemos derecho a opinar si no somos expertos. ¿Y nuestra libertad? ¿Y sabes si los jefes de las instituciones mundiales realmente son expertos?
Para tragarme algo pienso mucho, lo medito. Después entra en mí y lo modifico cada vez que voy a exponerlo. El contexto real lo conozco yo, y ahora solo me importa la expresión. Estoy seguro de que si escucho tu opinión me dolerá e incluso quiera decirte: "retrógrada", porque quiero que todos entiendan todo como yo, pero eso es imposible.
En este estado ya todos me hubieran abucheado. Pero sé que es bueno también fingir ser correcto para ser profesional y agradar.
Me harta vivir así. Soy un vocero de las protestas de los demás, casi nunca soy yo al 100%. Mi salvajismo duerme. Pero no hay problema, todo sea por seguir siendo querido, aceptado y limpio a la vista de todos. Un joven centennial a la moda.
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Pestañas largas y tristes (poemas)
Poesía¿Acaso desde pequeño mi destino emocional estaba a la vista de todos? ¿Las ventanas a mi alma debían tener cortinas que dieran pista de lo que hay dentro? De ser así, no me hubiera asustado tanto cuando experimenté por primera vez sentir que mi vida...