ONE SHOTS || TOKYO REVENGERS

1. Ran Haitani.

El chico estaba mirando hacia abajo sumamente desinteresado con las manos guardadas en los bolsillos de su pantalón. Su mirada estaba fija en una chica, quien momentos antes se le había confesado. Teniendo en mente que era correspondida se acercó a él, se levantó de puntitas para lograr alcanzarlo, cerró sus ojos esperando recibir un beso o algo similar.

— ¿No vas a besarme? — Pregunto indignada y avergonzada, al no recibir respuesta alguna.

— No me interesas. — Respondió seco y comenzó a caminar.

— ¡No puedes rechazarme! ¡Se que estas enamorado de mi! — El chico solo suspiro mirando hacia otro lado. Sus ojos lilas se encontraron con la figura detallada de la chica que lo traía loco desde hace unas semanas. Inevitablemente sonrió.

— ¡(____)! — Gritó su nombre con demasiado entusiasmo y se acercó a ella. Muchos comenzaron a murmurar al ver el cambio de actitud que había tenido el chico. Y no sólo eso, también murmuraban sobre el rechazo de Eilan, una chica conocida por ser bonita.

—¿No vas a decirle nada? Estaba tratando de robarte al encantador y sexy chico que está detrás de ti como idiota.

— ¿Debería romperle un brazo y decirle que se aleje? — Comentó a modo de broma pero, sorprendió un poco al ver que los ojos del chico brillaron intensamente.

— ¡Eso sería magnífico! — Ran, se había emocionado de tan sólo pensarlo. — ¡Realmente estamos hechos el uno para el otro!

Exclamó llamando la atención de algunos a su alrededor, provocando que susurraran nuevamente acerca de ellos. Ninguno de los dos le daba importancia alguna, eso ya era común. Desde que se conocieron siempre había algún tipo de rumor a su alrededor.

— No voy a golpear a una chica, Ran. — Comentó riendo. — Además aún no estoy segura de si realmente me gustas.

El chico dejo de sonreír lentamente quedándose serio. No le gustaba recordar que ya fue rechazado por ella, pero a cambio le dio la oportunidad de tratar de conquistarla y no podía quejarse. Ella también ponía de su parte alejando a los idiotas que le coquetean o rechazando a unos cuantos que confiesan sus estúpidos sentimientos.

Se siente feliz al ver que solo le da ese tipo de atención a él aceptando regalos y coqueteo suyos, pero aún así eso no es suficiente el quiere más. Quiere que solo sea suya. Sus pensamientos fueron disipados cuando (___) sostuvo su rostro con suavidad e hizo que se inclinaría para después dejar un suave beso en su mejilla. Acto seguido, su rostro tomó un tono rojizo demostrando que se avergonzaba ante estas sutiles muestras de afecto.

— Pero, debo admitir que posiblemente tus encantos están dando frutos. — Sonrió guiñándole un ojo. — Ran, se quedó estático procesando sus palabras. 

De un momento a otro sujeto su mano y comenzaron a caminar hasta una parte desolada de la escuela. Hizo que quedara contra la pared sujetando sus muñecas. (___) frunció el entrecejo simplemente no entendía la situación.

— ¿Ran, que...?

No pudo terminar ya que los labios del chico se posaron sobre los suyos. El la estaba besando, no era la primera vez que lo hacía pero sabía que a la chica le disgustaba sólo porque creía que sus sentimientos hacia ella no eran sinceros.

Claro que lo eran. De lo contrario no estaría insistiendo tanto. Por desgracia ella pensaba que Ran, besaba demasiado bien. Su lengua jugaba con la suya pidiendo más, sus labios trataban de seguir el ritmo apurado. Aquel muchacho era demasiado aprovechado al momento de besarla, unos segundos más tarde se separó sólo para dejarla tomar un poco de aire, mirándola unos segundos. Sus mejillas estaban ligeramente enrojecidas y su boca entreabierta intentando retomar la compostura.

— ¿Estás loco? Te dije que no me besaras.

Haciendo caso omiso. Ran, llevó una de sus manos a la nuca de la chica y nuevamente se acercó a besarla delineando sus labios con la punta de su lengua. Su cuerpo reaccionó por sí sólo y dejó que Ran la besara de nuevo, sus lenguas comenzaron a jugar entre sí dando más profundidad al beso. Agradecía que la tuviera acorralada contra la pared, sentía sus piernas flaquear.

Aunque no quisiera estaba disfrutando demasiado ese beso y Ran, lo sabía. Se separó de ella y la hizo estremecer cuando su lengua pasó por su cuello dejando pequeños besos en su piel, estaba confundiendo a su cerebro. Se sentía demasiado bien pero no podían seguir.

— Ran...

Intentaba detenerlo pero sólo lograba pronunciar su nombre correctamente dejando al resto de las palabras en su garganta sin saber que eso solo lo alentaba más. Soltó pequeños jadeos e intento detenerlo de nuevo con su mano libre pero sólo logró sentir como los músculos se marcaban a través de su camisa. Gimió al sentir como los dientes de Ran se adherían a su piel.

— ¡Ya basta! — Gritó reuniendo todas sus fuerzas logrando separarse. — ¡Mi paciencia tiene un límite, tonto! —Le habló molesta quejándose de su descarado comportamiento. 

Ran no podía tomarla en serio cuando tenía su rostro colorado. Su mirada se clavo en su cuello, su piel comenzaba a mostrar la marca que había dejado.

— ¿Porque sonríes, tú...? — Se avergonzó aún más al darse cuenta que Ran, miraba un lugar en específico. — Tonto, no tenías porqué dejarme una marca. Si mi madre lo ve me matara.

Fingiendo molestia comenzó a caminar rápidamente, aunque en realidad era para esconder toda la vergüenza que sentía. Por otro lado, Ran, sonreía cómo un niño pequeño después de hacer una travesura se apresuró a llegar a su lado y tomó su mano para caminar juntos de regreso a sus respectivos salones.

— Algún día me darás permiso de dejar marcas en todo tu cuerpo y gritaras mi nombre mientras tus piernas aprietan mi cintura...

— ¡Ran! — Estaba bastante avergonzada, ante esto él chico sonrió por su reacción y su corazón estaba bailando de la emoción al notar que ella no soltó su mano en ningún momento. Posiblemente si estaba teniendo una verdadera oportunidad. Esta vez le había dejado besarla y tomar su mano. Pero, sin duda alguna lo mejor era aquella marca rojiza en su cuello.

.

.

.

Gracias por leer,  no olviden votar.

También pueden encontrar mas historias en mi perfil.

Besos!