ONE SHOTS || TOKYO REVENGERS

28 .Ran Haitani.

Siendo viernes por la tarde (___) iba en dirección a casa de los hermanos Haitani, ya que había salido a comprar algunas cosas con Rindou. Ambos iban en la motocicleta del joven rubio porque necesitaba cambiar su atuendo. Una vez que llegaron Rindou suspiro con molestia cuando estaban frente a la puerta pues se lograban escuchar ciertos sonidos a través de esta.

— Lamento lo que verás. Ran está follando con alguien... — Se disculpo el chico.

— Está bien, no es tú culpa. — Le sonrió con gentileza. Rin asintió dejándola entrar primero, ella en acto de rebeldía azotó la puerta anunciando su llegada.

— Oh, hermano ya llegaste.

— Hola, Ran. — Saludo sonriente la joven provocando que el chico se sintiera como un idiota.

— ¿(___)? — La chica solo sonrió ignorando que Ran tenía a una chica desnuda encima y prácticamente estaban follando frente a ellos continuo hablando.

— Sigan en lo suyo, finge que no estamos. — Acotó con su falsa sonrisa, mientras sujetaba la mano de Rin y ambos caminaban hacia la habitación del chico. Una vez que cerraron la puerta Rin volvió a disculparse.

— Ran suele ser demasiado despreocupado. — La chica hizo una mueca al escuchar a su amigo, así que palmeó su espalda en señal de apoyo.

— Deberías decirle que se encierre en su habitación. Si no dices nada creerá que no te importa y lo seguirá haciendo. —Rin se quedó analizando las palabras de su amiga y prometió que hablaría con su hermano. — Mientras te cambias iré a asaltar tú cocina.

— En la nevera hay jugo para ti.

— Aww, ¿Lo compraste sólo para mí? Eres un sol.

La chica le mando un beso volador junto a un guiño saliendo de la habitación de su amigo con una notable felicidad, aunque al llegar a la sala se sorprendió un poco al ver qué Ran se encontraba solo.

— Que decepción, creí que soportabas más de cinco minutos. — Se burló de su amigo.

Una carcajada salió de los labios del chico,  quien no dudo en seguirla hasta la cocina una vez cerca la sujeto de la cintura impidiendo que siguiera caminando pegándole a su pecho y gracias a esto ella podía sentir el aliento del chico en su oreja.

— ¿Quieres que te demuestre lo contrario?

— Oye, no me toques. — Se quejó separándose de él. — Lo más recomendable sería que te dieras un buen baño o al menos lávate las manos primero.

Aquella respuesta había provocado nuevamente la risa del chico, este sonreía mientras se acercaba al fregadero para limpiar sus manos.

— ¿Quieres? — Le ofreció un poco al chico de ojos violetas que solamente estaba de pie mirándola fijamente mientras usaba una toalla para secar sus manos. Ran negó y sonrió ampliamente abrazándola de nuevo por la cintura.

— Ya me lave las manos, así que no hay problema ¿Cierto? — Ella no respondió sólo siguió bebiendo su jugo. — Rin lo compro especialmente para ti.

— Lo sé, siempre cuida de mi por eso me gusta. — Respondió sonriendo inocentemente. — Estoy pensando en declararme, ¿Crees que acepte salir conmigo?

Oculto una sonrisa burlona al ver cómo Ran tensaba la mandíbula y sus brazos la sujetaban con firmeza. Ella se giro levemente  dejando unos cuantos centímetros de distancia entre los rostros de ambos.

— ¿Qué pasa?

— Eres demasiado cruel. — Se quejó el chico acercándose más a ella.

— Y tú eres un masoquista de mierda que ama que lo trate mal. — Sonrió sin dejar de mirarlo a los ojos.

Ahora podía sentir el aliento de Ran chocando suavemente contra su rostro, antes de poder darle una respuesta se escuchó el grito de Rin llamando a la chica terminando con aquel momento tan íntimo para el joven de ojos violetas.

— ¡Ya voy, solecito! — Gritó de vuelta separándose del más alto, sirvió más jugo en su vaso antes de guardarlo nuevamente en la nevera y caminar hasta la habitación de Rindou.

Ran suspiro con frustración, sabía que a su hermano no le interesaba en lo absoluto salir con (____) así que tenía el camino libre o al menos eso creyó en un principio pues la chica solo se dedicaba a declarar su amor por Rin.

Aunque todo era mentira, simplemente lo decía para que Ran no intentará coquetear con ella, pues en un principio si lo había considerado como un buen candidato pero, el saber que metía a una chica diferente cada vez que podía le hizo dar un rotundo no.

— Oye, ¿Puedo decir que me gustas?

— Si eso quieres. — Respondió sin importancia.

Desde aquel día sólo se dedicaba a decirle a Ran que se había enamorado de Rin y ahora trataba de conquistarlo. Aunque eso no impidió que el joven de trenzas siguiera coqueteando con ella pero si disminuyó la frecuencia con la que lo hacía.

— Ran, ¿Sabes que es o que mas me encanta de ti?

— ¿Qué?

— Tú hermano. 

Aquel joven se sentía cada vez más frustrado pues su hermano no le ponía un límite a la chica y ahora parecía que realmente estaba cayendo por ella. Ya que ahora salían con más frecuencia e incluso había días en los que su hermano ni siquiera llegaba a dormir. La respuesta que daba siempre era la misma: "estaba con (___)" o "Saldré con (___)"

Pero en ocasiones eso era mentira pues el joven de mechas azules salía con alguien más pero aún no quería decirle a su hermano ya que quería presentarle a esa persona cuando fueran novios oficialmente.

— Rin, ¿A ti te gusta ella? — Pregunto con cierta cautela.  — Si es así dilo y me haré a un lado.

— No, es eso. Ella me está ayudando en algo importante.

— ¿Y que es?

— ¿Te acostaste con Ran?

— Si. — El cerebro de Rin parecía conectar los puntos y ahora todo estaba claro para él.

— ¡Por favor cásate con mi hermano o al menos sal con él! — Le pidió Rin sujetando su mano.

— ¿Eh? — La chica se sentía confundida pues esperaba cualquier reacción menos esa.

— ¡Te lo ruego! ¡Te pagaré si eso quieres!

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Comenzare a publicar nuevas historias y este es un pequeño adelanto de una.