Aquí encontrarás diferentes escenarios con algunos personajes de TOKYO REVENGERS.
Contiene lenguaje vulgar y contenido no apto para menores. (Luego no digan que no se los advertí). Recordemos que la historia es un Fanfic y sirve sólo como entretenim...
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— No me siento bien sabiendo que estas en peligro todos los días por mi culpa.
Esa fue la justificación que Hanma le dio a su preciosa novia antes de dejarla completamente sola. Aunque habría sido mucho mejor que intentará ser un hombre fuerte y eficaz que pudiera cuidar de la mujer que amaba.
Hanma decidió utilizar aquella terrible mentira sola para alejarse de ella porque prefería ser alguien libre. Alguien que pudiera meterse entre las piernas de una mujer diferente cada noche sin complicación alguna.
Decir que había sido tentado por algunas chicas sería una cosa incierta, así como decir que fue fiel y leal a la relación. Ese hecho era algo que solamente Hanma sabía y ni siquiera con certeza. Aquella hermosa joven prefirió guardar todos sus sentimientos en una pequeña caja justamente al fondo de su corazón asegurándose que estos se mantuvieran bajo llave.
Después de todo hace dos meses Hanma había dicho lo mismo pero, terminaron "arreglando las cosas" y continuaron con su relación. (___) tenía muchos pensamientos rondando por su mente y después de recordar ciertas cosas bastante obvias llegó a una conclusión.
Hanma ya no estaba enamorado de ella. Simplemente había dejado de decírselo todas las noches antes de dormir, incluso poco a poco comenzó a llegar cada vez más tarde por la noche a ese departamento que compartían.
Incluso se metía a bañar inmediatamente y una vez que salía se acercaba a ella bajo múltiples excusas: "Huelo a alcohol" , "Apesto a sudor" y la más estúpida "Mi ropa huele demasiado a cigarro"
«¿Desdé cuando eso importaba?»
Cuando recién comenzaban su relación solían quedarse juntos viendo las brillantes estrellas mientras ambos fumaban. Debió darse cuenta de aquellos simples pero importantes detalles.
Lloró a mares sintiéndose la persona más estúpida, aunque no tenía algo concreto ella estaba segura que esa era la razón de su rompimiento. Lloró desconsoladamente en su nuevo departamento, pues no se quedaría en un lugar lleno de recuerdos eso la habrían hecho sentir peor. Muchas veces se repitió las mismas preguntas:
«¿Qué hice mal? ¿Acaso fue mi culpa?»
En un principio creyó que posiblemente la razón de ello sería que ambos habían comenzado a estar en una rutina. Un suspiro salió de sus labios al recordar la razón por la cual se habían conocido.
Aquel estúpido incidente que logró llamar la atención del joven, ella solía ser una chica bastante problemática de joven burlándose de todos aquellos que no logran superarla. Le gustaba presumir de sus habilidades mentales más que de la física, aunque si comparamos estaba bastante equilibrada en esos dos aspectos.
Había aprendido a pelear después de pasar algún tiempo en las calles, incluso aprendió las peores mañas y trampas. Aún así era poco frecuente que las utilizará. En cambio para conseguir dinero comenzó haciendo pequeños robos y fraudes no tan notorios, pero, cuando era descubierta recibía una gran paliza de la que tardaba en recuperarse.