FAMILY. -
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Una madre soltera, en una época dónde eso la dejaría con una mala reputación como mujer.
Un padre de cuatro niños, se encuentra en busca de alguien que pueda ayudarlo con sus pequeños hijos, luego de haber tenido que pasar...
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NARRADOR-
El joven shelby; se sentía un poco culpable por no haber estado junto a emma, cuando ella y micah, lo habían necesitado. Su mente no dejaba de darle vueltas a lo sucedido la noche anterior, no podía imaginarse una vida sin ella, no quería alejarse de su familia, ni un solo segundo de su día.
Emma, lo miro con cariño —Un brillo especial se reflejaba en su mirada cuando lo veía.— mientras él se ocupaba de hacer la cena de esa noche, para ellos y los niños. John, no la dejaba ayudarlo en nada.
—¿No quieres que te ayude?
Le pregunto desde el sofá, dónde se encontraba ella, leyéndole un cuento a marie, la más pequeña de la casa. Las dos estaban viendo como el contrario comenzaba a perder la paciencia mientras cocinaba.
—Papá, necesita ayuda..
Susurro, la niña.
—Lo tengo todo bajo control, no te preocupes y descansa, cariño.
Los dos se miraron. Él intentaba decirle que todo estaba bajo control en esa cocina y ella sabía mejor que nadie, que el contrario le estaba mintiendo y que nada estaba bajo control ahí dentro.
—Luego terminamos el cuento, bien? Tengo que ayudar a papá con la cena.—Dejo un beso en el cabello castaño de la menor antes de levantarse de su asiento.
—Te he dicho que puedo con esto, es solo hacer la cena.—Se posicionó frente a ella, poniendo sus manos sobre el vientre de la contraria.
—Y yo no quiero comer algo quemado, cariño.
—No me tienes confianza?
—Confianza te tengo mucha, pero te conozco.. Y la cocina no es lo tuyo.—Le sonrió con diversión dejando un beso en la mejilla del más alto.—Dejame ayudarte.
—No quiero que hagas esfuerzos.. Polly, dijo que tienes que descansar.—Le recordo las palabras de su tía.
—Creeme que puedo hacer la cena, sin ningún problema.
—Esta bien.—Murmuro sin estar muy seguro del tema, pero sabía que no podía hacer nada contra las palabras de la rubia.
—Bien, ve con los niños y yo me encargo de todo esto..
[»»»]
Las manos de la rubia, acariciaron con delicadeza el cabello de marie. La pequeña los había despertado en la madrugada con sus llantos, ya que estaba teniendo pesadillas.
John, se encontraba apoyado en el marco de la puerta observando a sus chicas y emma, estaba sentada junto a la menor.
—Lamento haberlos despertado.
—Cariño, no tienes que disculparte. Estamos aquí para ti, ¿Bien? No tienes que tener miedo.— Le aseguro en un tono suave.
—Falta mucho, mami?
Fruncio el ceño al escucharla.
—¿Para qué?
—Para poder conocer a micah, se ésta tardando mucho.— Se quejo la pequeña, causando la risa de su padre.
—Bueno, queda poco tiempo la verdad.. Ya veras que estara con nosotros cuando menos te lo esperes, te lo prometo, pero ahora tienes que descansar.
—Bien, mami.
—¿Quieres que me quede contigo?
La pequeña negó.—No, seré hermana mayor y tengo que ser valiente, ya no soy una bebé.
Le sonrió—Descansa, te queremos.
—Los quiero.
—¿La escuchaste?—Se quejo, john. Cuando ambos se dirigieron a su habitación.—Ella acaba de decirnos que no es una bebé, emma.
