FAMILY. -
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Una madre soltera, en una época dónde eso la dejaría con una mala reputación como mujer.
Un padre de cuatro niños, se encuentra en busca de alguien que pueda ayudarlo con sus pequeños hijos, luego de haber tenido que pasar...
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NARRADOR-
Los nervios, el miedo y las dudas; estaban a flor de piel. Ninguno de los presentes sabía del todo lo que debían hacer, solo deseaban que no fuera tan difícil como la imaginaban. Solo eran thomas y emma, porque arthur se encontraba demasiado asustado como para ayudarlos con algo.
Emma, intento mantener la compostura y tener las riendas de la situación lo más que pudo, pero en ese punto, ya se encontraba de rodillas frente al sofá a causa de los dolores que sentía y las lágrimas ya se habían hecho presentes, mojando sus mejillas en silencio.
—Maldición, creo que acabo de romper bolsa...
Aviso sintiéndose aterrada de lo que fuera a pasar en las próximas horas. Ya había roto bolsa y eso significaba que no había vuelta atrás, hoy era el día y john no estaba con ella.
—¿Y eso qué significa?
—Que estamos a punto de ser tíos, arthur.
Thomas, la ayudo a recostarse en el sofá con sumo cuidado. Era hora de que ese pequeño naciera.
—Solo espero que johnny boy tenga una buena excusa o los holland van a querer matarlo.— Musitó arthur, intentando mantener bajo control sus nervios.
—Ni siquiera lo menciones.
Pidió ella.
—Arthur, ven aquí.—Ordeno viendo lo alterado que estaba el contrario.—Necesito que le tomes la mano, solo eso y yo me encargare del resto, pero tienes que hacer esto.
Un golpe en la puerta principal se gano la atención de los hermanos y por supuesto de la joven. Arthur, corrió a abrir la puerta con la esperanza de que fuera polly o alguien que los ayudara.
Pero no fue así.
—¿Qué haces aquí?—Pregunto, thomas.
—Recibí una llamada de mi madre. Yo me encontraba más cerca que todos los demás.—Informo michael.— Ella me explico unas cosas y creo que puedo ayudarlos.
—Gracias micky.—Agradeció ella en un jadeo cansado, acomodándose un poco mejor en el sofá.
—Escucha, arthur. Necesito agua un poco caliente, toallas, unas tijeras y la ropa del bebé o una manta, da igual.
Ordeno quitándose el saco, dejándolo en alguna parte de la sala. Se arrodillo junto a su primo, frente a la joven mientras se arremangaba las mangas de su camisa.
—Escuchame, muñeca.— La miro con seguridad o eso intentaba transmitirle a ella.—Vas a pujar cuando yo te diga y por nada del mundo cierres las piernas, emma.
—Bien..
—¿Estas lista?—Murmuro michael cuando arthur dejo todo lo pedido a su lado y se alejo.—Tom, sostén su mano.. Bien, ¿Lista? Es ahora.
Apretó la mano de thomas al pujar, ese fue el proceso durante al menos diez minutos.
—No puedo.. —Sollozo.
—Ya casi, muñeca. Tu puedes, puja de nuevo.— Insistió michael, que ya comenzaba a ver al pequeño.—Vamos, una vez más..
—Vamos rubia, tu puedes con esto.
La apoyo thomas.
—Una más, te prometo que es la última, muñeca.
Y así fue. Volvió a pujar una última vez y logro escuchar el llanto del bebé, y su cuerpo se lleno de paz.
—Es un hermoso varón.
Michael, lo envolvió en una de las toallas antes de apoyarlo en el pecho de la rubia.
La puerta principal fue abierta bruscamente dejando entrar a los tan esperados; Polly, los hermanos holland y el idiota de john.
—Diles que se vayan, quiero estar sola..
—Cariño..
—Dale su espacio, john.
Pidio michael.
—No me pidas eso, gray. Acaba de nacer mi hijo.
—Y no estuviste, john.—Intervino, tom.
—Ella acaba de dar a luz, no la presiones.
—Bien, nosotros vamos a esperar a que ella se sienta lista.— Intervino polly llevándose a los recién llegados, dejando a la rubia a solas con tommy y michael.
