¿"Tasting freedom"?

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-NARRA ELISABETH-

Lo tenía justo donde quería. Jugaría un ratito más con Sami y luego iría a por Dean.

Terminé de quitarle la camisa y él me quito mi corta camiseta, suavemente mis manos se deslizaron hasta el botón de su pantalón. Se lo desabroché y bajé salvajemente sus pantalones a la vez que sus calzoncillos. Luego, mis labios volvieron a su cuello y seguidanente a su boca. Rodeé su cadera con mis piernas y en esa posición me bajó el short. Sus manos bailaban en mi cintura mientras su lengua luchaba con la mía. Estrelló mi espalda contra la pared, se había convertido en un animal, eso me gustaba, reí. Nos separamos de la pared y, de repente él chocó violentamente mi cabeza contra ésta. ¿En qué estaba pensando? Me había hecho daño. Gemí de dolor y vi en sus ojos que había sido a propósito. No pensé que fuera a descubrir mi estrategia, pero era más impredecible de lo que pensaba. Mordí su labio fuertemente. Sami chilló mientras su labio sangraba, era el momento de robarle las llaves de las celdas y salir corriendo de allí.

Busqué su pantalón, que estaba tirado en el suelo de la celda, pero él rápidamente me pegó un rodillazo en las costillas. Caí al suelo agonizando de dolor, no me podía quedar ahí parada. La imagen mental de Dean me ayudó a levantarme, con fuerzas renovadas le di una patada a Sami donde más le dolía y luego otras dos en el estómago, hasta que quedó tendido en el suelo. Para asegurarme de que no se levantaría pisé sus tobillos todo lo fuerte que pude y salí corriendo a por las llaves. Sería mejor encerrar a Sami en esta celda, así me libraba de un problema. Vi que se arrastraba intentando llegar a la puerta. Me reí en su cara y, mientras me iba, lo escuché blasfemando contra mí. Sería sólo cuestión de unos minutos que los demás guardias se diesen cuenta de lo que pasaba y viniesen a por mí.

Me sabía de memoria dónde estaba la celda de Dean, pues lo había estado espiando por las noches sin que se diese cuenta. Desde fuera observé que Dean estaba hecho un ovillo en la cama, mirando hacia la pared. Abrí sigilosamente la cerradura de la celda para que no me oyese y ne acerque despacio a él por la espalda. Saqué la aguja que llevaba escondida en el tacón y se la inyecté en el cuello, empujando su contenido al interior de su organismo. Giró la cabeza un momento, me miró con los ojos abiertos como platos y luego calló inconsciente.

******

-NARRA DEAN-

Abrí los ojos sobresaltado. La cabeza me daba vueltas, tenía la boca seca y me sentía débil. En un principio no conseguí ver nada porque una gran cantidad de polvo arrastrado por el viento entraba en mis ojos, los achiné y lo único que había a mi alrededor era arena. ¿Por qué estaba allí? ¿Qué había pasado? No conseguía recordar nada. Y, ¿estaba sentado en una silla? Unas cuerdas me aferraban a la silla plantada en medio de la nada. Forcejeé, pero no tenía fuerzas para liberarme y apenas podia moverme, pues mis músculos estaban entumecidos. Joder, me estaba mareando...

De repente, sólo blanco. Una borrosa presencia violeta se acercaba a mí, su rostro no mostraba ninguna expresión. Sus manos portaban una jarra de agua.

-Bebe-dijo tendiéndome la jarra.

Tomé un gran trago y le devolví la jarra sonriendo.

-Y ahora despierta y huye, cuando estés lejos búscalo.

-¿Dónde?

-Sigue tu instinto.

Obsesión (Dean Ambrose Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora