Obsesión (Dean Ambrose Fanfic)

El cuerpo de Abigail

Aproximadamente 1 día después
(en el tiempo de antes)

-NARRA ROMAN-

Dean se había marchado para dejarme descansar, aunque verdaderamente yo no tenía ganas de eso, y Bray le había seguido. Rowan y Harper seguían en la habitación y me miraban fijamente, era realmente intimidante. Los miré con una sonrisilla forzada, pero no parecieron entender.

Yo sólo quería volver a mi casa, salir de aquella inusual cabaña y olvidar toda esta ridícula historia. No debería haber hecho caso a Sami, no tenía que haberme metido donde no me llamaban. ¿Pero cómo iba yo a saber que todo acabaría así? Además, Dean era mi amigo...

De repente escuché un golpe proveniente del exterior y los tres presentes en la habitación salimos escopetados para ver qué ocurría. No sé si fue la sorpresa del momento, pero al levantarme no me dolió nada, sin embargo, cuando ya estaba en la puerta principal, un fuerte dolor me atravesó el pecho, como si una lanza me partiera en dos (que ironía), y mis rodillas fallaron.

Elisabeth se acercó a mí, tenía la cabeza de Dean bajo el brazo y él estaba medio inconsciente. Ella también se veía muy desmejorada y débil. Bray estaba pegado contra la pared con la mano en la pierna y una terrible cara de dolor.

-Deberías estar muerto-me dijo.

No tuve fuerzas para responder.

-¡Contesta!

Con la mano que tenía libre me dio una torta y parecía que no había sido suficiente para ella, pero su mirada se desvío.

-Sabia que tú tenías algo que ver, ¿cómo no?

-Suelta a Dean-dijo el espíritu con dureza.

-¿Por qué debería hacerlo? Yo lo cuidaré como nadie lo cuidará nunca.

-¡Hazlo! Hazme caso, tú no querrías estar con él si supieras quién es en realidad.

-Él es la persona a la que amo, con eso me basta.

El espíritu soltó un grito y se introdujo en la mujer, que se convulsionaba en el suelo.

-¡Sal de mi interior ahora!

-Tengo permiso para entrar aquí cuando quiera.

-Ya no, me abandonaste.

-Tú misma te lo buscaste.

El cuerpo de Elisabeth se volvió momentáneamente morado y de él salió una nube negra que no paraba de berrear. La entidad se había introducido en el cuerpo de Elisabeth.

-¡Rápido, huid!-espetó el espíritu, ahora en el cuerpo de Elisabeth-Pronto recuperará sus fuerzas y me echará de este cuerpo. Más tarde me reuniré con vosotros.

Rowan y Harper rápidamente nos ayudaron a Dean, que ya estaba del todo consciente, a Bray y a mí a levantarnos y simplemente corrimos, no sé hacia dónde. Mientras, Elisabeth y el espíritu, que más adelante me dijeron que se llamaba Abigail, se quedaron atrás en una lucha muy acalorada.

Continuamos casi una hora con la marcha, al principio corríamos, pero en cuanto nos alejamos una distancia prudencial del refugio sólo andamos rápido. Me encontraba tan débil que me sentía desfallecer de un momento a otro. La noche cayó fugazmente sobre nosotros y tuvimos que acampar en medio del bosque. No teníamos tienda de campaña ni saco de dormir, eso pasaba factura en las gélidas noches de invierno. Cientos de animales hacían ruido a nuestro alrededor y nos observaban. Casi no pude pegar ojo debido al temor a que alguna bestia me devorase.

A la mañana siguiente Bray nos reunió a todos.

-Tenéis que iros y dejarnos solos-. Dijo mirándonos a Rowan, a Harper y a mí-. Ésta es nuestra misión, no la vuestra, y es demasiado arriesgado que nos sigáis. Vosotros ya sabíais que este momento llegaría.

Los dos Wyatt, aunque con un gran pesar, asintieron y se arrodillaron por última vez frente a su líder, haciendo la pose característica de la familia Wyatt.

-Que Abigail os proteja en vuestro camino.

-Y que a vosotros os dé su bendición-respondieron al unísono.

-Roman, síguelos, ellos te ayudarán a salir de este bosque.

-¿Y nosotros qué haremos?-preguntó Dean.

-Ya te lo dije.

-¿Y por qué tengo que ir yo? Tú podrías hacer todas esas locuras solo.

-No son locuras, Dean. Veo que aún no estás preparado. ¿Es el miedo a lo desconocido lo que te hace no querer comprender?

-Está bien, de todas formas ahora no hay ningún lugar al que pueda ir sin peligro de que me arresten o que aparezca esa lunática. (Y que lo tenga que decir yo)

********

-NARRA DEAN-

Wyatt me llevó a una enorme llanura en la que no había nada.

-Arrodíllate y reza.

-¿¡Qué!?

-Ya me has oído. Hazlo.

-¿A quién tengo que rezar? Ningún Dios existe en realidad.

Un golpe procedente de Bray aterrizó en mi rostro y una parte de mí que durante un tiempo había estado dormida, o al menos más controlada, despertó con más furia que nunca.

-Al dios que nos gobierna a Abigail, a mis hermanos y a mí, y aunque ni tú ni nadie lo sepa, maneja a su antojo a todas las inútiles e ignorantes personas que habitan este patético mundo, incluso a ti, Dean.

Le asesté un golpe más fuerte, y así hasta tres. El devorador de mundos quedó tirado en el suelo y me miró con furia.

-Ya le dije a Abigail que tú no eras el adecuado, pero ella no me quiso hacer caso. Tú solo te hundirás, porque eres inestable como una barquita de palos.

-¡Cállate!-grité mientras mis pies aterrizaban en su torso.

Milagrosamente Bray volvió a levantarse a instante y me alzó para luego terminar en un powerbomb. Me tenía posicionado para realizar su movimiento final, la hermana Abigail, pero cuando me fue a besar le escupí en los ojos, logrando desconcentrarle momentáneamente para terminar con mi movimiento final, dirty deeds.

Nada más acabar me largué corriendo de allí, afortunadamente desde esa llanura desierta se podían ver unas pocas casas a lo lejos, y sin pensarlo me lancé hacia ellas, sin pensar en las consecuencias...

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La semana pasada no pude actualizar. Empecé el capítulo, pero no tuve inspiración para acabarlo, pero prometo que algún día os lo compensaré (aunque yo no me haría denasiadas ilusiones a corto plazo intentaré que sea cuanto antes).

Bueno, espero que os esté gustando mi historia y gracias a todos por leer, eso ya significa mucho para mí. Besos