📅 AL DÍA SIGUIENTE
-Somos tontas -le dijo Delia a Lucía mientras caminaban dentro del recinto de la piscina municipal del pueblo.
-¿Porqué lo dices? -la pregunta de la rubia la hizo casi sin mirar a su amiga, pues desde que habían entrado, Lucía no paraba de mirar de un lado a otro como si buscara a alguien.
-Tenemos piscina en casa y venimos aquí.
-Bueno, venimos por el cotilleo -la burla de Lucia le hizo a Delia tener que darle la razón. Y también porque habían quedado con Roger y con las demás chicas para pasar la tarde en el recinto.
Su amigo les hizo un gesto con la mano en cuanto las vio llegar. Ellas les devolvieron el gesto y se dirigieron hacia allí. Al pasar cerca de la piscina, Lucía vio a Brahim sentado en el borde mientras Bandana, la cual estaba dentro del agua, se agarraba a sus muslos mirándolo con su mejor sonrisa seductora. La rubia pasó al lado de ellos mirando hacia otro lado. No sabía porqué pero que otra lo estuviera tocando, le ponía con mal cuerpo.
Ella no lo miró, pero él si. Desde que entró por la puerta la había visto. Es como si tuviera un sexto sentido con Lucía. Sabía perfectamente cuando llegaba ella porque su cuerpo sufría una pequeña descarga eléctrica y todos sus sentidos estaban puestos en ella.
- ¿Porqué la miras tanto? -le preguntó Bandana a Brahim terriblemente celosa. No se le escapaban las miradas que él le daba a la nueva chica. Miradas que deseaba para ella y que nunca tenía.
- No la miro tanto. Me llama la atención nada más -le dijo él quitándole importancia. Conocía a Bandana y si demostraba cualquier atisbo de interés en Lucía, la morena sería capaz de todo. Y lo que menos quería, es que dañaran a la rubia.
- Pues no se que te llama, la verdad. Es normalita. Es mona pero punto. Además, tiene una cara de virgen y pura que te cagas -le dijo la morena burlándose escandalosamente de Lucia.
Brahim se levantó del borde de la piscina dejando allí a Bandana, mientras él volvía con sus amigos. No quería tener que contestarle que Lucía le había llamado la atención desde el primer momento que la vio. Que era mucho más interesante que todas las chicas del pueblo juntas. Y que para él no es que fuera mona, es que era preciosa. Y de normalita nada, era lo más sexy que había visto en su vida. Sería virgen, sería pura o lo que fuera, pero le daba tres mis vueltas a ella y a todas las tías como ella.
Lucía y Delia llegaron hasta donde estaban sus amigos, los cuales comían diversas chucherías como si no hubiera un mañana. La casi rubia se quitó los pantalones y la camiseta dejando a la vista un bikini rojo de triángulo que realzaba sus pechos y le hacían una bonita figura. Ella no era una muchacha delgada, era de complexión normal y lo que pensara la gente o dejara de pensar de su cuerpo le daba igual.
Que tenía más caderas, así los pantalones le quedaban mejor.
Que tenía los muslos más anchos, bueno así rellenaba las faldas.
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El Castillo - Brahim Díaz
Roman pour AdolescentsBrahim llevaba la palabra peligro tatuada en su piel. A sus 18 años era un conflicto andante. Después de este verano por fin sería libre y nada ni nadie lo podría parar. Lucía no quería pasar su último verano antes de ir a la Universidad en el puebl...