Brahim llevaba la palabra peligro tatuada en su piel. A sus 18 años era un conflicto andante. Después de este verano por fin sería libre y nada ni nadie lo podría parar.
Lucía no quería pasar su último verano antes de ir a la Universidad en el puebl...
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📅 MÁS TARDE
- Al principio pedía permiso por todo hasta que Olga un día me dijo que ésta era mi casa también y que ella no podía estar todo el puto día pendiente de mi -Lucía acarició el estómago de Brahim. Se río de las cosas que le contaba su novio con un poquito de envidia. A ella le hubiera encantado estar también aquí con ellos.
- Dios. Es increíble, Brahim . Se os ve a los tres como si llevarais toda la vida viviendo juntos -le señaló ella, bastante feliz porque sabía que él también lo era.
- Pues si, la verdad. Cuando Fran se presentó en el Castillo y me lo propuso, casi no me lo podía creer -el rostro del chico evidencia aún la sorpresa de aquel día, otro día más en el que su vida cambió.
- ¿Tuviste que pensártelo mucho?
- 2 segundos. Lo que tardé en ver tu cara en la cabeza sonriéndome -Lucía acarició la mejilla de Brahim y se acercó a él para besarlo. Fue un beso lento, pausado, sin prisas, porque ahora no tenían prisas para nada.
- Estoy tan feliz de que estés con ellos, de que tengas un hogar por fin. Te quiero tanto, Brahim -la rubia rozó sus labios unos segundos y le sonrío al separarse. Esto era un bonito sueño, uno que por fin, se había podido hacer realidad.
- Y yo a ti. Y ahora duérmete, que con la tontería son las 4 de la mañana -le pidió Brahim medio riéndose, pues los bostezos de su boca, eran cada vez más evidentes.
Se dieron un beso de buenas noches. Lucía se dio la vuelta y dejó que su novio la abrazara por la cintura. Tantas noches soñando con ella. Mirando su lado de la cama imaginando que estaba aquí con él. Aún no podía creerse la suerte que tenía. Y aunque había veces que pensaba que no se lo merecía, tener a su rubia entre sus brazos, le quitaba todas las dudas.
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📅 AL DÍA SIGUIENTE
- Cuando veníamos en moto estaba más cerca -Lucía resoplaba por el esfuerzo y maldiciendo que se le hubiera ocurrido la idea de venir aquí.
- Pero en bici es más sano -fue la replica de Brahim a sus quejas.
- ¡Vaya! Eres todo un chico de campo señor Brahim -se burló ella aún costándole respirar a causa del pedaleo.
