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Un día normal comenzaba de nuevo, Tyler estaba en el local de la familia atendiendo el negocio. Todo estaba yendo relativamente bien, milagrosamente su padre no lo había molestado más, tal vez por su nueva condición, no sabía si era porque realmente le importaba que estuviera bien o simplemente porque sabía que ahora no podría hacer muchas cosas.

Se podía decir que por fin algo bueno salió de toda la mierda que le pasaba. Tyler soltaba largos suspiros mientras contaba el dinero en la caja, aunque realmente no lo estaba haciendo bien, aún había muchas cosas de las cuales preocuparse.

—Quizá pueda decirle a mis padres que viajaré a la ciudad para poder quedarme con Josh unos días—Tyler bufo llevándose las manos al rostro—¿Por qué me está pasando esto a mi?, de todos, ¿por qué a mi?, al más débil y patético de todos...a veces no puedo con todo esto.

Tyler quitó las manos de su rostro cuando la campana de la puerta sonó. Un jadeo ahogado salió de su garganta cuando vio a Blake de pie sin moverse, su fría mirada clavada sobre él. Tyler trago saliva con dureza y levantó el pie para poder tomar el cuchillo que siempre llevaba consigo por seguridad escondido bajo su pantalón, sus manos temblaban demasiado que le fue difícil sacarlo de su funda.

—¿Qué haces aquí?—preguntó Tyler por fin.

—¿Yo?—Blake alzó una ceja, su tenebrosa voz haciendo eco—¿A qué más vendría aquí?.

Blake comenzó a caminar hacia Tyler, este apretaba con fuerza el cuchillo mientras intentaba controlar su respiración, dando un brinco cuando una hoja arrugada fue azotada con fuerza en el mostrador.

—Dame todo esto y rápido—ordenó entredientes.

Tyler tomó la lista, leyendo todo lo que pedía, mirando a Blake después—¿Para que quieres tantas cosas?.

Blake sonrió, provocando un escalofrío en Tyler, se acercó todavía más, colocando su mano sobre el mostrador, mostrando que seguía con un yeso en la muñeca.

—Voy a salir a divertirme—dijo lentamente y gesticulando con exageración sin borrar la sonrisa de su rostro.

Tyler trató de mantenerse neutro ante las palabras amenazadoras de Blake, pero todo lo que podía pasar por su mente en ese momento fue Josh, y solo Josh. El corazón comenzó a latirle con fuerza y sus piernas comenzaron a temblar, se había congelado sobre su lugar, al saber que la ausencia de Blake no fue porque Josh lo hubiera intimidado al punto de esconderse, sino que se estaba preparando para vengarse.

—¿Quieres que lo haga yo mismo?—preguntó el pelirrojo ante la nula respuesta.

—N-No, es solo que...—Tyler miró la lista, tartamudeando—No tenemos esto por ahora así que...

—Oh, ya veo—respondió con cautela, sin dejar de sonreír—Está bien, solo eran por si acaso, realmente ya tengo lo que necesito.

Blake se dio la vuelta para marcharse sin más, dejando a Tyler con el corazón a punto de explotar, era la primera vez que no recibía un golpe o alguna amenazante por parte de Blake, e irónicamente era la primera vez en la que estaba realmente aterrado.

—No, no, no—Tyler comenzó a murmurar con la respiración entrecortada y los ojos se le llenaron de lágrimas—Josh...

El castaño volvió a guardar su cuchillo, colocándose su chaqueta y gorra, cerró la tienda para poder irse, caminando con rapidez hacia la montaña, sin mirar atrás, sin acobardarse, con miedo cubriéndolo de pies a cabeza, pero tenía que advertirle a Josh sobre lo que podía pasar.

Tyler siguió el camino de siempre, deteniéndose cada tanto a descansar, haciendo muecas de dolor e incomodidad, tocando su pierna y tratando de regular su respiración. Pero no importaba cuán difícil fuera, tenía que llegar, tenía que decirle a Josh que se fuera, que huyera lejos, no importaba que no volviera a verlo, solo quería que siguiera vivo aunque fuera lejos de él.

Beast        {joshler} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora