08

714 140 242
                                    

La tormenta había terminado, fue mucha la cantidad de nieve que dejó a su paso pero el clima en definitiva estaba mejor, aún así, Tyler tuvo que esperar al día siguiente para marcharse.

Era raro pero no estaba desesperado por irse, hasta podría decir que aún no quería irse. A pesar de que Josh no era amable todo el tiempo, que tenía un comportamiento arrogante y egocéntrico la mayor parte del tiempo, además de su mal humor, se sentía más cómodo estando con él, sin importar que fuera algo desconocido y sumamente...no quería decir extraño, no quería llamarlo más de esa forma.

Simplemente Josh era algo magnifico y único que nunca pensó que podía llegar a existir, pero lo hacía, y Tyler lo encontró, o mejor dicho se encontraron el uno al otro de forma inesperada y un tanto horrible.

Esa última noche en la cabaña, quería que fuera diferente a las demás, de alguna forma quería que ninguno de los dos se olvidara del otro.

Ambos se encontraban en el baño, Tyler hincado limpiando la herida de Josh luego de que este tomara una ducha, este último de pie con la espalda apoyada contra el lavabo. Se encontraba notoriamente bien, solo tenia que esperar a que cicatrizara por completo y no exponerlo a la suciedad. Tyler se movía con lentitud y un tanto tembloroso, Josh solo lo miraba en silencio con los brazos cruzados.

—La tormenta ya se detuvo—comentó Josh.

—S-Sí, lo sé, mañana mismo me iré, no te preocupes—respondió Tyler con seriedad, colocando de nuevo la venda, sus dedos rozando la piel aplica y caliente de Josh.

—¿Vas a estar bien?—preguntó Josh luego de dudar en si debía decir aquello.

Tyler levantó la cabeza, sorprendió de la pregunta, Josh no lo estaba mirando como para ocultar su rostro, soltó una risita y luego se puso de pie muy cerca suyo.

—No lo sé, Josh, realmente no lo sé si te soy sincero—Tyler balanceó su cuerpo de adelante hacia atrás, con la manos sobre la espalda—Y eso me asusta mucho.

—Deberías hacer algo—dijo Josh en voz baja, notando el miedo en la expresión del castaño.

—¿Algo como qué?, mi padre me dijo que no sería más su hijo si perdía en la estúpida competencia contra Blake—Tyler rió con desgano, haciendo una mueca de desagrado después—Seguramente se alegró de que no volviera, y y-yo...no quiero verlo, no puedo ver esa mirada de nuevo...no quiero sentirme de esa forma por su culpa.

Tyler apretó los labios al igual que los puños, intentaba controlar sus emociones pero en ese momento le fue muy difícil por lo que eligió no retenerse.

—Oye, Josh—Tyler sonrió, casi fue nulo el movimiento de su boca al curvarse—¿Puedo ser sincero contigo?.

—Si eso te hace sentir mejor.

Tyler rió bajito—Me gustó estar aquí, me agradas, eres rudo pero amable aunque quieras esconderlo, eres un ser increíblemente único, eres bueno a pesar de que creas que no, yo...no quiero que mañana sea la última vez que te vea.

—¿Por qué dices todo eso?—dijo Josh mientras una sensación cálida le recorría el pecho.

—Yo...¿no te agrado?—Tyler parecía ilusionado—¿Ni siquiera un poco como para que quieras volver a verme?.

—Estás llevando tu curiosidad demasiado lejos, Tyler, no te conviene estar cerca mío y mucho menos interesarte en entrar a mi vida, no lo hagas porque eso no va a salir bien—explicó Josh a modo de advertencia.

—Nadie en mi vida sale bien, Josh, pero esta vez si no sale bien, por lo menos se que fue por algo que yo quería intentar—dijo Tyler mirándolo directamente a los ojos—Permíteme volver a verte.

Beast        {joshler} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora