𝑯𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 || 𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏

❥᎒ 𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 23

Habían pasado casi dos semanas, para ser exactos era el último fin de semana que Zhan estaría en China antes de volver a Londres.
Yibo no había obtenido una sola respuesta de Zhan y tampoco pensaba hablarle.
Se obligó a pensar que el hilo rojo estaba equivocado, que era una tontería creer en esas cosas.
Si su supuesta alma gemela estaba con alguien más él buscaría al soulmate de otra persona, o quizás estar solo era su destino.
Incluso intentó cortar el hilo atado en su meñique cosa que claramente era imposible pero odiaba verlo ahí perfectamente amarrado.

- Señor Wang, le llegó esto por paquetería- le dijo su secretaria entrando a la oficina.
Era un sobre amarillo bien cerrado, el remitente "Xiao Zhan", lo abrió sin cuidado y sacó un par de boletos para la presentación de la orquesta y los pianistas el siguiente domingo.
Se cuestionó si era buena idea asistir, estaba entre el "tengo tantas ganas de verlo" y el "no debería verlo de nuevo porque duele, mirar lo que no puedo tener duele" después encontró una hoja más, era una carta escrita a mano;

"Bo-Di lamento no tener el valor para luchar por lo nuestro.
Prefiero que me odies por dejarte a que sufras porque no puedo quedarme.
Entiende que no es fácil para mí dejar de ver a mi pequeña Sunny, ella es la única personita que me hace soportar ver a Lara todos los días.
Si algún día el destino, la suerte o la casualidad nos hace encontrarnos de nuevo créeme que estaré feliz de verte otra vez.
Al final de cuentas nuestro hilo rojo seguirá atado para siempre...
Tómalo como esa parte de mi que siempre pensará en ti.
Ya debiste haber visto los boletos, si quieres, me haría muy feliz verte una última vez antes de irme. Con verte me basta porque si hablamos se que no seré capaz de despedirme.
En fin, quizás nunca te lo dije pero te quiero, es un cariño tan especial que solo siento por ti, gracias por hacerme feliz con tu simple existencia.

Tu Zhan ge ♡"

En el medio de la hoja cayeron unas cuantas lágrimas y su visión se puso borrosa.
¿Se supone que eso era una carta de despedida?
"Un final a lo que pudo ser y no fue"- pensó.
Descolgó el teléfono y le marcó a Yubin pidiéndole que fuera a la oficina;

- ¿Crees que es buena idea ir al evento el domingo? Estoy seguro que saldré llorando de ahí

- Yo te acompaño amigo, no te dejaré solo. Puedes verlo como ponerle punto final a todo esto y sirve que yo entretengo a Lara.

- No la menciones por favor.-
Dije poniéndome de mal humor casi al instante.
Me quedé pensando el resto de la tarde, aún tenía el viernes y sábado para pensar las cosas, salí del trabajo al anochecer y mientras caminaba por el estacionamiento para buscar mi auto una voz que tanto odiaba me detuvo el paso;

- Después de tanto tiempo nos volvemos a ver- habló Lara detrás de mí.- Solo vine a decirte una cosa, deja en paz a mi prometido porque si, pronto nos vamos a casar ¿No te lo dijo? Me pidió matrimonio.
Así que ni se te ocurra ir al evento el domingo, no tiene caso, nada va a cambiar. Te conozco y sé que no eres capaz de destruir una familia. Espero no tener que volver a verte nunca- fue lo último que dijo antes de escuchar sus zapatillas alejarse.
Ni siquiera quise voltear a mirarla, sabía que ver su cara me haría querer enojarme aún más y contestarle cosas que no debía.
Su desagradable visita me había hecho tomar una decisión sobre el domingo, ¡definitivamente iría!
Sí mi presencia le molestaba tanto que mejor manera de despedirme de ella.