𝑯𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 || 𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏

❥᎒ 𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 28

🔞Aviso🔞
Este capítulo contiene narración explícita.

Platicamos por un buen rato mientras desayunabamos, nunca había sentido tanta paz y felicidad en mi vida.
Después de haber perdido a mis padres, él era el único que podía llenar mi vacío por la soledad.

- Estoy casi seguro que ella no va a dejar las cosas así- habló preocupado

- Ahora es cuando deberías reprocharle sus infidelidades, no solo con el verdadero papá de la niña sino también con Yubin y solo ella sabrá con quien más

- Eso no va a solucionar nada, no me importa lo que haya hecho lo único que quiero es que no me quite el derecho de ver a Sunny

- Porque no vamos mañana a mi oficina y le llamo a mi abogado para que nos oriente- le dije mientras acariciaba su mano como consuelo.
Asintió como respuesta.
- Supongo que no tienes donde quedarte así que estaba pensando que mi casa es muy grande para vivir solo y quizás tú y yo...

- Si a todo menos al divorcio- me dijo mientras sonreía de forma burlona

- Eso significa que primero deberíamos casarnos- le regalé una sonrisa de lado

- Si- dijo extendiendo su mano izquierda esperando a que le pusiera un anillo.
Tomé la llave de mi casa y puse la argolla del llavero en su dedo;

- Algún día reemplazaré el llavero por un anillo real pero por lo pronto ya tienes las llaves de nuestra casa

- Así que así se siente tener un sugar daddy- comenzó a reírse - Dime daddy, ¿que debo hacer para compensarte?- dijo de forma coqueta

- ¿Te lo digo o te lo explico?- le dije casi retandolo.
Me acerqué a su oreja y mordí suavemente su lóbulo con mis labios, puse mis manos en su cintura desapareciendo el espacio entre su cuerpo y el mío.
Lo miré por unos segundos como mi más grande tesoro y lo besé, por quinta vez.
Está vez el beso pasó desde hacerme olvidar que estuvo a punto de irse hasta entender que no me iba a dejar.
Bastaron unos segundos para que el beso subiera la intensidad, entre pasos torpes lo llevé a mi habitación y lo aventé a la cama;
- ¿Te gustan rudos?- le dije siguiendo el juego.
Solo se quedó mirandome mientras mordía su labio inferior.

Saqué una corbata de mi cajón y le amarré las manos a la altura de las muñecas, sostuve el amarre para que no se moviera y comencé a besar desde su cabeza, toda su cara mientras apreciaba lo perfecto que era así de cerca, me pasé a su pecho y me detuve a jugar con sus pezones. Mientras movía mi lengua alrededor simplemente se retorcía y jadeaba debajo de mí.
Seguí el camino de besos hasta su ombligo y lo besé con cuidado causando que soltara una risita por las cosquillas, me detuve unos segundos antes de desabrochar su pantalón, me miró como dándome autorización para continuar así que deslicé su pantalón por sus muslos dejando una pequeña capa de ropa cubriendo un bulto que parecía querer ser liberado.
Besé su miembro por encima del boxer y soltó un pequeño gemido, de forma desesperada quité lo último que lo cubría y sin pensarlo comencé a utilizar mi boca.
Primero lamí la punta, todo alrededor después poco a poco comencé a meterlo a mi boca causando que arqueara la espalda de placer.
Para ser la primera vez que lo hacía con otro chico me sorprendí por mis capacidades.
Después de estimularlo me levanté y le di la media vuelta poniéndolo sobre sus brazos y rodillas.
Me quité toda la ropa torpemente y me preparé para entrar en él;

- Hazlo despacio- me advirtió.
Chupé dos de mis dedos y empecé a jugar con su entrada, primero con un dedo después con dos y al final imité el movimiento de unas tijeras.
- Bo te quiero a ti no a tus dedos- habló con desesperación.
Pusé un poco más de saliva en mi pene y lo coloqué justo en su entrada, le di pequeños empujones que hacían coro con sus gemidos, poco a poco lo fui empujando un poco más hasta que entró.
Estaba tan estrecho que me hacía sentir el doble de placer que alguna vez imaginé.
Cada estocada que le daba venía acompañada de jadeos y gemidos, después de varias repeticiones lo levanté hacia mi, pegando su cuerpo con el mío, agarré su miembro mientras mi mano se movía de arriba a abajo. Bastaron un par de minutos más y la cama estaba manchada a causa de ambos.
Salí de él con mucho cuidado, se recostó y lo imité acostandome a su lado;
- ¿Estás bien?- le pregunté mientras admiraba sus mejillas sonrojadas y quitaba la corbata de sus manos.

- Lo estoy es sólo que seguramente no voy a poder sentarme.—
Me hizo soltar una carcajada por su respuesta.

- Oye ZhanZhan, aún tengo una pregunta para ti ¿No se supone eras hetero y no buscabas un sugar?- hablé en tono de burla

- Cállate, no es mi culpa que seas tan lindo aunque en realidad es culpa del hilo rojo, no mía.