❥᎒ 𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 25

1.5K 247 11
                                    

Terminó su presentación de forma impecable, la gente aplaudía tan entusiasmada y yo tampoco pude contener mis emociones, me puse de pie como aquella vez en el teatro de Londres donde fui el único, pero esta vez era todo el teatro quien estaba levantado aplaudiendo su talento.
Me perdí en la multitud.

— Yubin, debo ir al baño antes de irnos— le dije a mi amigo quien solo asintió con la cabeza y volvió a sentarse.
Caminé desorientado por el teatro cuando alguien me jaló del brazo hacia uno de los camerinos.
Zhan se abalanzó a mis brazos y correspondí el gesto sin pensarlo.

— Se que dije que no quería hablar contigo pero me es imposible teniendote en el mismo lugar— habló sin separarse.
A pesar de querer hablar las palabras no salían, me perdí en la paz de su abrazo y en su dulce olor.

— Yibo, mi Yibo. Espero que algún día puedas perdonarme.

— No eres el padre de Sunny, solo deja a Lara— solté de repente causando que dejara de abrazarme

— En el fondo de mi corazón siempre lo supe. Pero no importa si no es mi hija biológica, yo la amo como si lo fuera. Y Lara tiene mi vida en sus manos, si la dejo pierdo mi carrera y a mí solecito. Sé que no son la palabras que quieres escuchar pero...

— Se que no hay poder en el mundo que te haga cambiar de opinión, ni siquiera yo— lo interrumpí —Que te vaya bien en la vida, Xiao Zhan— me di la media vuelta dispuesto a irme.

— ¡Yibo! ¿Puedo pedirte un último favor?
Volteé de nuevo para mirarlo.
— ¿Puedo darte un último beso?— dijo con los ojos llorosos.
No debía pero honestamente yo también quería, así que caminé hacia él y sin pensarlo junté mis labios con los suyos, este beso no fue tierno como el primero, ni desesperado como el segundo, este beso dolía, era el último. La última vez que estaríamos tan cerca.
Me separé porque el oxígeno estaba desapareciendo por completo y pegué su frente a la mía mientras dejaba rodar una lágrima.
Me abrazó una última vez y con su dedo dibujo un te amo sobre mi espalda.
Nos miramos y antes de que todo se volviera más difícil salí de ahí, caminé de prisa a la salida del teatro y envié un mensaje a Yubin.
Sabía que no podría dormir esa noche sabiendo que mañana a primera hora salía su vuelo sin vuelta atrás así que pasé por unas botellas de whisky y me fui directo a casa.
Tomé sin miedo, solo quería ahogar los recuerdos y mi soledad.
No recuerdo en qué momento me quedé dormido, solo sé que comencé a sentirme mareado al punto de no poder levantarme del sillón y que mi garganta ardía, mi estómago dolía, mi cabeza se sentía desorientada pero nada era tan fuerte como el dolor en mi corazón.
Si moría por una congestión alcohólica no sonaba como una mala idea en ese momento.

𝑯𝒊𝒍𝒐 𝒓𝒐𝒋𝒐 || 𝒀𝒊𝒁𝒉𝒂𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora