La disciplina de Hyungwon [2WON] ✔✔

27. Hyungwon

27. Hyungwon

La mejor chica

Hoseok se metió en la cama justo cuando salía el sol. Hyungwon se acurrucó contra él. —Hueles raro. Como a cigarrillos y papas fritas. ¿A dónde fuiste?

Hyungwon no había dormido desde que sintió que Hoseok se deslizaba de la cama a medianoche, pero se había acostado con Alexa, preguntándose si la desaparición de Hoseok era parte de este plan maestro encubierto para que Hyungwon volviera a Harvard.

Hoseok se rio entre dientes. —Te lo dije, no puedo decirte todo todavía, pero todo va a estar bien.

—Sigues diciendo eso —murmuró Hyungwon, inexplicablemente malhumorado.

Hoseok besó la coronilla de Hyungwon. —Y hablo en serio. Estarás de regreso en la lista de Harvard en una semana más o menos, y tendrás todo lo que querías.

«No todo». Recuperar Harvard significaba perder noches con Hoseok, lo que se sentía como perderlo todo. —Déjame adivinar, volaste a Boston y te acostaste con el consejero de admisiones de Harvard.

—Me descubriste. —Hoseok se rió—. Huele a nicotina y papas fritas.

—Ew —dijo Hyungwon mientras desabrochaba los pantalones de Hoseok y deslizaba su mano dentro de sus bóxers. Hyungwon envolvió una mano alrededor de la suave polla de Hoseok, solo entonces pensó en preguntar—: ¿Por qué estás en la cama con toda la ropa puesta?

—Porque tengo una reunión con el decano y el jefe de mi departamento en aproximadamente una hora, por lo que no parecía que debería ponerme demasiado cómodo.

Hoseok no impidió que Hyungwon jugara con él, acariciándolo y apretándolo perezosamente hasta que estuvo bien sujeto.

—¿Por qué tienes que reunirte con ellos? —preguntó Hyungwon, mordiendo la barbilla y la garganta de Hoseok.

—Bueno, muy probablemente porque creen que me van a despedir.

El corazón de Hyungwon se hundió, pero luego frunció el ceño. —¿Creen?

—Mm —dijo Hoseok, sin comprometerse, antes de tomar la boca de Hyungwon para besarla. —Está bien, pajarito. Arriba. Tenemos el tiempo justo para que te duches conmigo antes de que tenga que irme.

Hoseok salió de la cama y Hyungwon lo siguió, mirando a Alexa, que estaba sentada en su cama para perros. —¿Qué hay de su caminata?

—La saqué antes de meterme en la cama. Será buena hasta que terminemos.

Hoseok dijo que tendrían tiempo para una ducha, pero, al parecer, lo que quería decir era que tendrían suficiente tiempo para tener sexo en la ducha, algo que aún tenían que intentar. En el momento en que ambos estuvieron desnudos bajo el agua, Hoseok atrajo a Hyungwon hacia él, su dura polla presionando contra el trasero de Hyungwon. Hoseok mordió el hombro de Hyungwon, su garganta, su oreja, sus manos enjabonadas mucho más interesadas en jugar con los pezones de Hyungwon que en limpiar su cuerpo.

Hyungwon amaba la sensación de las ásperas manos de Hoseok sobre su cuerpo. Extrañaría ducharse con Hoseok, cenar con él, cocinar con él, despertarse a su lado, tener sus brazos alrededor de él. Todo. Iba a extrañar todo acerca de Hoseok. La idea de estar lejos de él le causaba un dolor físico en el pecho. No parecía justo que tuviera que elegir entre lo que había querido desde su nacimiento y un amor que ni siquiera creía que existiera para alguien como él.

En el momento en que Hoseok metió su polla en el cuerpo de Hyungwon, sus brazos lo envolvieron por detrás, Hyungwon solo podía aferrarse a él, mucho más interesado en saborear la sensación de que Hoseok lo reclamaba que en realmente correrse. No quería olvidar este momento, el olor del costoso jabón de Hoseok que olía a madera de teca y tabaco, la sensación de su piel caliente presionada contra él, el delicioso dolor de plenitud cuando Hoseok estaba dentro de él.