Capítulo 16: ¿Besaste al chico lindo?

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Una semana. Había transcurrido una semana y no podía creer todas las cosas que había logrado con Mikelle.

El hermoso ojiazul me había estado invitando a salir varias veces durante el transcurso de los siete días. Habíamos logrado acercarnos más, haciendo así que perdiera todos los nervios que sentía antes, al verlo. Ahora mi comportamiento era normal hablando con él.

Y tal vez deban de preguntarse: ¿Cómo es que saliste tantas veces con Mikelle teniendo al idiota de Thender como niñero?

Bueno, digamos que no es muy difícil abandonar tu casa sin que tu niñero AUSENTE se de cuenta.

En toda la semana había visto pocas veces a Thender. Lo veía salir de casa, o llegar y encerrarse rápidamente en su habitación. No habíamos hablado casi nada, tan solo lo escuchaba decir: "el desayuno está servido, come" antes de irse. O también: "en la mesa hay dinero, puedes pedir comida" antes de encerrarse en su habitación.

Era molesto ser ignorada y sentirme molesta por aquello.

Baje las escaleras de casa mientras respondía el mensaje de "Buenos días" por parte de Mikelle.

Mi atención fue quitada del teléfono tras escuchar el sonido de la puerta ser abierta, eleve mi vista hasta que chocó con Thender, quien intentaba, una vez más, salir de casa sin toparse conmigo.

—¿El desayuno está listo en la mesa?—Cuestione antes de que saliera.

Dió media vuelta hacia mi, lo observé sin muchas expresiones en mi rostro mientras terminaba de bajar las escaleras.

Tan solo asintió como respuesta, para luego abandonar la casa.

Choque mi pie contra el piso, frustrada. Y lo volví hacer de nuevo con mucha más fuerza por sentirme de esa manera.

Camine hasta el comedor con paso fuertes y apresurados. Descubrí la comida quitando el plato, y cogí el sándwich sin mucha delicadeza. Tome el jugo de naranja sin paciencia alguna, para después caminar hacia la puerta mientras devoraba el sándwich con molestia.

Molestia que se incrementaba mucho más cada vez que me daba cuenta que no tenía porqué sentirme de esa manera.

Cerré la puerta de casa de un portazo, y agradecí internamente que el auto de Theo ya se encontrara afuera esperándome.

—Buenos días Dari—Saludo Dalio a mi lado.

—Hola—Respondí seca, dándole otra mordida a mi sandwich.

—¿Mala mañana?—Pregunto Theo desde el asiento de piloto, mirándome a través del retrovisor.

—Thender es un imbécil—Gruñi mordiendo nuevamente el emparedado.

—Que gran novedad—Ironizó el pelinegro.

El auto comenzó a moverse en dirección a la escuela.

Continúe comiendo el sándwich con furia, como si el pobre tuviera la culpa de que su creador sea un total idiota.

—¿Paso algo con Thender?—La voz de Dalio se escuchó suave cerca de mi oído.

—¿Que harías si te sientes molesto porque alguien qué odias te está ignorando?—Lo mire.

Dalio se alejo cuando nuestros rostros quedaron algo cerca. Segundos después, recorrió casi todo el auto con su vista, pensado una respuesta.

—¿Trataría de no sentirme molesto?—Contesto no muy convencido.

—Que mala respuesta, Breyer—Negué con la cabeza, decepcionada.

¿Enserio creíste que era un nerd?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora