—¿Qué... opinas acerca de Thender?—Es un imbécil total.
—¡Theo!
—¿Qué? Me preguntaste algo, y yo solo respondí.—se defendió restando importancia y volviendo a comer su sándwich tranquilamente.
El día de ayer justo antes de ir a dormir había recordado que tenía que conversar con Theo sobre Thender, no puedo continuar ocultándo lo que esta ocurriendo, sería estar traicionando y rompiendo nuestra confianza.
—Yo creo... que Thender no es lo que creímos al principio...—hablé algo bajo, aún insegura de lo que estaba haciendo.
Vi claramente como Theo volvió a observarme con una mirada extraña, confuso de mis palabras, incluso dejo el sándwich a un lado para prestarme atención.
—¿A que quieres llegar con todo esto, Dari?
Mi pie se empezó a mover algo ansioso bajo la mesa de la cafetería, estaba nerviosa de la reacción que tendría, no quería que tuviéramos alguna separación ahora. Hoy día sería el primer ensayo que íbamos a tener para la presentación del día sábado, seria demasiado incomodo si Theo se tomara mal esto. No era una persona que se esforzará mucho en esconder cuando algo le molestaba o no estaba de acuerdo con ello, no quería las cosas tensas.
—Es que...—vacilo un momento, pensando bien lo que iba a decir.
Tuve que optar por la opción desesperada.
—Prométeme por el meñique que no te vas a molestar, vas a tratar de entender, y no me vas a mirar con esa mirada de tiburón que haces cuando estás enojado.—solté todo de golpe mientras estiraba mi meñique hacia él, la desesperación siendo palpable sobre mis ojos.
—Ya me dio miedo. Ya no quiero nada.—negó, dándose la vuelta para volver a comer su sándwich.
—Theo...—patalee en un pequeño lloriqueo.
Tenía que hablar de esto ahora que me sentía capaz, antes de que algún sentimiento de cobardía me hiciera retroceder.
—¿Has visto a Dalio?—pregunto en cambio, ignorando el tema.
—Teodoro Justin Agusti-
—Dari, por favor, no quiero prometer algo que, con la desesperación y nervios con la que me estas diciendo, probablemente no puedo cumplir.
—¿Entonces prefieres que continúe ocultándotelo?
Me miró al instante, volviendo a dejar su sándwich a un lado.
—¿Continúe? ¿Cómo que continúe?
Hice un puchero con mi labio inferior, tratando así de calmar aquella mirada de tiburón que se estaba empezando a formar. Moví mi dedo meñique frente a sus ojos, pidiendo una vez más que hiciera la promesa.
Dio un pesado suspiro, elevando su meñique. Pero antes de juntarlo con el mío, hablo:
—Solo te pido que también me comprendas si... no me lo tomó muy bien.—dijo y pude ver el nerviosismo sobre sus ojos.
Asentí, volviendo a ofrecer mi meñique. Ambos dedos pequeños se juntaron y los pulgares también. Entonces pude hacer mi respiración un poco menos pesada.
Volví a repasar lo que diría en mi cabeza una vez más, considerando una y otra vez si era correcto lo que iba a decir, en el orden y como lo haría. Tomando una larga inhalación me decidí por empezar a hablar.
—Hace un tiempo... Ehm... Thender, él...—cerré mis ojos tomando otra larga inhalación, y luego solo solte todo de golpe—Me dijo que quería averiguar que era lo que sentía por mi, porque resulta que siente algo por mi, bueno ayer me dijo que le gustaba, que esta enamorado de mi siendo más específicos. Y resulta que en este tiempo que ha estado siendo mi niñero nos hemos besado unas... cuantas veces, y creo que yo ¿también siento algo por él? Todavía no estoy segura, ahí la cosa también se pone complicada porque resulta que me gustaba Mikelle y yo quería estar con él, pero ahora estoy confundida por mis sentimientos hacia Thender. Y te quería comentar sobre que estoy... intentando algo con él, y que resulta que no es el imbécil que creíamos, más bien es alguien... es alguien que me hace sentir... Ahhh, de verdad no se como explicarlo...
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¿Enserio creíste que era un nerd?
Teen Fiction(En pausa) Dariana no podía creer que su madre la estuviera dejando con un niñero a sus 18 años. Sabía que esa persona se convertiría en una molestia en su vida. Y acertó, pero a la vez no contó con que sus miradas de molestia irían cambiando poco a...