En aquel momento no pude odiar más que mis oídos sean tan inútiles algunas veces, pues me pareció escuchar decir a Thender que no sabía lo que le pasaba conmigo, pero que quería averiguarlo.Aún así, por las dudas de haber escuchado mal, tuve que preguntar:
—¿Que dijiste?
Thender me observó por unos segundos, para luego dejar que un pequeño suspiro cansado abandonará sus labios.
—Nada.—Respondió llevando sus manos a los bolsillos de su chaqueta—Tan solo para aclarar; no te he estado ignorando por toda esta semana por ser malo o algo por el estilo. Simplemente estuve concentrado en los entrenamientos previos al partido de hoy. Además, la universidad no es algo fácil.
Y ahí estaba. Se encontraba dandome explicaciones sobre una situación que después de todo debía darme igual. No debió importarme jamás si me estaba ignorando o no, Thender podía hacer con su vida lo que quisiera, no tenía que darme ninguna justificación.
—No tienes que darme explicaciones.
—Pero quieres que lo haga—No fue una pregunta, fue una afirmación.
Y vaya que era cierta.
—Ni siquiera contestaste mi pregunta anterior.
Aunque si escuché bien, y de verdad dijiste lo que creí...
—¿Qué es lo que sientes tú por Mikelle?
La pregunta me dejó sin aire, sin saber que responder, preguntándome si debería contestar o no. Después de todo ¿Por qué hacía esa pregunta? ¿Por qué de la nada? ¿Qué era lo que buscaba con eso?
Pero no podía hacerle esas preguntas. En el fondo tenía miedo de las respuestas, y ni siquiera podía entender por qué.
Así que simplemente conteste:
—Lo que sienta por Mikelle no es algo que sea de tu incumbencia.
Porque en realidad no tenía las palabras para describir lo que sentía por Mikelle. No ahora. En este preciso instante no sabía que contestar, mucho menos cuando Thender me miraba de esa manera, tan expectante, esperando con cierto nerviosismo en sus ojos la respuesta.
—¿No es de mi incumbencia o no lo sabes?
—¿Que no lo sé dices?—Una pequeña risa amarga broto de mi garganta—Que gran chiste.
—Entonces dime—Pidió tranquilo, avanzando con la misma serenidad que mantenía su rostro sin despejar nuestras miradas.
Lo observé acercarse en silencio, sintiendo cierta pisca de nervios empezar a esparcirse por mi cuerpo con cada paso que Thender avanzaba, quedando cada vez más cerca de mi.
No aparte la mirada, deje que mis ojos fueran presos de los suyos. Les permití admirar como de repente una pisca de emoción los invadió.
—Creo que no es un secreto que Mikelle me gusta—Thender asintió, moviendo su cabeza de arriba a abajo con constancia y tranquilidad, motivandome a continuar.
Pero de repente no supe cómo continuar.
Y Dios, odie hasta más no poder la sonrisa de costado que adorno sus labios.
—¿Te gusta, de que manera?—Pregunto, intentado "ayudarme"—¿Te gusta su rostro, su carácter, sus sentimientos, su manera de hablar, o tal vez...?—Vaciló un poco antes de continuar—¿La manera en la que te besa?
El tono carmesí que se apoderó de mis mejillas fue suficiente para darle la respuesta a su pregunta, la cual le saco una sonora risa.
—¿No se han besado?
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¿Enserio creíste que era un nerd?
Teen Fiction(En pausa) Dariana no podía creer que su madre la estuviera dejando con un niñero a sus 18 años. Sabía que esa persona se convertiría en una molestia en su vida. Y acertó, pero a la vez no contó con que sus miradas de molestia irían cambiando poco a...