¿Enserio creíste que era un nerd?

¿✨?

Theo no podía creer ni entender lo que pasaba, su mente simplemente estaba perdida en si misma, de pronto había olvidado lo que era buscar respuestas, todo estaba en blanco.

Iban perdiendo en su primer partido; un amistoso con otro equipo de una universidad. Sus pensamientos eran buenos, estaba emocionado por aquel encuentro, hasta que lo vio, vio a Thender, aquel azabache que tan solo lograba hervir su sangre.

Theo no lo quería aceptar, pero la razón de tanto rencor hacia Thender, era que sentía, le estaba quitando la atención de su mejor amiga. Dariana siempre había estado con él, en las buenas y malas. Habían tenido discusiones, se habían reído por cosas estúpidas, habían realizado más idioteces que ya ni siquiera podía contarlas. Dariana se había vuelto alguien demasiado importante para su vida, y no sentirla a su lado era sofocante.

Theo tenía temor al abandono. He ahí la razón por la cual se ponía tan sobreprotector cuando a Dariana le gustaba alguien, tenía miedo a que lo dejara de lado por aquella persona.

Había pasado por el abandono de su madre, y aquello le había afectado más de lo debido.

—¡Breyer!

El llamado de su entrenador lo hizo elevar rápidamente el rostro.

—Te necesito concentrado ¿Ok? Este es un amistoso, pero tenemos que demostrar que ya no somos el mismo equipo de antes ¿Entendido?

Theo asintió, y tan solo unos segundos después volvió a perder la noción.

—¡Breyer!

Nuevamente el llamado de su entrenador, está vez algo molesto, lo devolvió a la realidad.

—No sé que es lo que te pasa, pero si sigues igual de distraído tendré que dejarte fuera de la cancha.

Theo negó repentinamente ante aquella idea, se puso pie y agitó un poco su cabeza.

—Solo necesito un poco de aire—Necesito hablar con Dariana.

El entrenador asintió, dándole permiso para que diera una vuelta.

Con la mirada de su hermano menor perdida, observando a aquel peliazul del equipo rival, se alejo del grupo en buscar de su mejor amiga. Dariana, en ese momento, era la única que lo podía alentar y calmar, debido a que su hermano parecía estar perdido en su mente mientras sus ojos observaban con gusto a Seth.

Subió las gradas en dónde antes Dariana había estado, pero se dió con la sorpresa de que la castaña no se encontraba ahí. Tan solo el actor popular se encontraba sentado mientras comía una bolsa de papitas picantes. Ni siquiera Mikelle estaba ahí.

Una pequeña alucinación entre esos, dos paso por su mente, pero no duró mucho cuando recordó que había dejado al ojiazul con su equipo.

—Hey, Henry—El llamado dejo de prestar atención a sus deliciosas papitas, para colocarla sobre el pelinegro.

—Theo, hola—Saludo con una pequeña sonrisa.

—¿Donde está Dariana?—Cuestiono sin muchos rodeos.

El pelinegro pensó su respuesta. Había observado a Dariana ingresar por debajo de las gradas con el chico atractivo del equipo rival, pero no estaba seguro si debía contarlo.

Así que simplemente se encogió de hombros.

—¿Acaso no estabas aquí con ella?

—Sí, pero ella simplemente se puso de pie y dijo que regresaría pronto, no creí que debía buscar más información—Respondió con simpleza, comiendo otra de sus papitas.