Tyra.
Dos años antes...
Estaba feliz, muy feliz, fui casi corriendo a donde se encontraba Steve.
— Steve, sabes lo que me dijo Michael — Steve suspiro y me miro.
— Ty sabes que no me agrada Michael — a ninguno de mis amigos le agradaba Michael, pero yo estaba enamorada de él.
— Lo sé, lo sé.
— ¿Qué te dijo Michael?
— Que hoy me quiere llevar a una fiesta para presentarme con sus amigos — expresé muy emocionada.
Michael era tres años mayor que yo, llevábamos seis meses saliendo, a nadie le agradaba eso, mi mamá me dijo que me cuidara, porque chicos como él a veces venían con malas intenciones, sin embargo, conocía muy bien a Michael y él no era así.
— ¿A qué fiesta te va a llevar?
— A una de su hermano, es una fiesta universitaria.
— Estás loca si crees que vas a ir a esa fiesta, Tyra tienes quince años.
— ¿Y si vienen tú, Laura, Malcom y Eve conmigo?
— No lo sé Ty...
— ¿Qué paso, chicos? — dijo Lau, mientras llegaba con los demás.
— ¿Quieren ir a una fiesta universitaria hoy? — todos se miraron mutuamente — digan que sí, por favor.
— ¿Una fiesta universitaria? No ni loca — Eve no le gustaban las fiestas.
— Laura y yo vamos a salir en la tarde, luego de comer iremos a la dichosa fiesta, solo para que no estés sola — dijo en un tono cansado Steve.
— Yo también iré, pero luego de ayudar a mi tía con su evento — Malcom también accedió.
— Les enviaré la dirección más tarde, los amo.
Los tres nos fuimos a clases y mi día transcurrió normal.
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Me encontraba probándome vestidos, a Michael le gustaba que usara vestidos, decidí ir con uno que me quedaba cinco dedos arriba de la rodilla, color azul marino y con un escote un poco pronunciado, me calce unos botines y deje mi cabello suelto. Me puse un poco de maquillaje y bajé, Michael me esperaba afuera con su carro.
— Hola, chiquita, te ves bien — me dio un corto beso.
— Hola, bebé y gracias.
Condujo por unos minutos y llegamos a una casa de dos pisos, estaba lleno de adolescentes bailando y tomando alcohol. Michael me agarro de la mano y nos adentramos al interior de la casa, si afuera había mucha gente, adentro era peor.
— Chiquita, quédate aquí, iré por cerveza — yo asentí.
Michael bebía mucho alcohol, a mí no me gustaba. I Don't Want to Miss a Thing sonaba a todo volumen. Pasaron varios minutos y Steve me envió un mensaje diciéndome que ya venían en camino. Michael aún no regresaba y yo me sentía incómoda. Sentí como me abrazaban por detrás, era Michael, lo sabía porque su olor característico llego a mis fosas nasales.
— Chiquita, vamos arriba, no hay mucho ruido.
— Está bien.
Me agarro de la mano y subimos, me llevo hasta la última habitación del pasillo. Al entrar Michael cerró la puerta con seguro, sentí un mal presentimiento, pero estaba con Michael, ¿Qué malo me iba a pasar?
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Seamos como la luna y el sol [Borrador]
RomantikDespués de todo, la leyenda sí es cierta y lo pude comprobar cuando la conocí a ella...