Capítulo X

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Tyra.

— ¿Llevas todo?

— Si mamá, revise mi maleta cinco veces.

— Ya sabes ¿Qué hacer si te pasa algo?

— Te llamaré, tranquila, todo estará bien – me acerqué a ella y la abracé.

— Está bien, mi niña.

Me estaba preparando para ir a la cabaña de los Smith, llevábamos toda la mañana viendo que debía de llevar, mi mamá estaba nerviosa porque era la primera vez que estaría lejos de casa por un día completo.

— ¿Dormirás con Mike por mí?

— Lo pondré a lado de mi cama.

— ¿Lo alimentaras, cuidaras y le dirás diez cosas bonitas al día?

— Haré todo eso, tranquila — miro el reloj de su muñeca — ya debes de irte.

— Está bien.

Bajamos y mi papá estaba en la sala comprobando unos documentos. Me miro y sonrió.

— ¿Ya te vas princesa?

— Si, ya me voy.

— Cuídate mucho, ya sabes si me necesitas, no dudes en llamarme que...

— Tú iras a donde sea que yo este — termine la frase por él.

— Te amo — me abrazo.

Al salir vi que un auto se estaba estacionando, era el auto de la señora Sara. Ella bajo, Nicolás y Steph le siguieron.

— Buenas tardes, señora Kathleen – saludó eufórica Steph.

Nicolás se acercó a coger el bolso que tenía en mi brazo.

— Buenas tardes, señora Kathleen – la saludo con una sonrisa amable.

— Buenas tardes, chicos.

— Kathleen, querida – la abrazó la señora Sara.

Owww que lindas se ven las suegritas.

Cállate.

Nicolás me miro y asintió en forma de saludo, me despedí de mi mamá y me subí en la parte de atrás con Steph. Nicolás iba de copiloto y Sara iba conduciendo

Ahora le dices Sara, mucha confianza con tu suegra.

Ignore a Martha y me acomode en el hombro de Steph, me sentía cansada, ella se recostó en mi cabeza y así me dormí, por cuanto tiempo dormí, no sé, pero cuando abrí los ojos, vi que ya habíamos llegado.

— Bueno, chicos, llegamos – aviso Sara.

Al bajar del auto, el olor a tierra mojada invadió mis fosas nasales, la vista era hermosa, nubes arreboladas adornaban el cielo, el atardecer se veía al horizonte, era bellísimo.

El celular de Sara sonó y ella atendió, mientras Nicolás sacaba las maletas de la cajuela.

— Chicos, debo de irme, ocurrió un accidente en una de las academias, prometo volver mañana en la mañana — dijo preocupada — lo lamento tanto Tyra.

— No se preocupe.

— Mañana, Marcos viene a las 5:45.

¿Por qué a esa hora? Es muy fácil, la escena que escogimos se hace en un amanecer y queríamos mantener el escenario, por eso nos íbamos a levantar temprano para grabar. ¿Iba a estar de buen humor? Debía, lo intentaría, pero no prometía nada.

Se fue rápido, debió ser muy importante.

— Vamos Tyra, te voy a mostrar la cabaña.

Al entrar junto a Steph vi que era muy grande y espaciosa, tenía muebles color beige que combinaban a la perfección con el café de las paredes, tenía una chimenea y un televisor gigante, había una alfombra blanca que cubría toda la sala. Me llevo a las habitaciones.

Seamos como la luna y el sol [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora