Seamos como la luna y el sol [Borrador]

Capítulo XXIII

Nicolás.

Estábamos en la última hora, estas dos semanas últimas semanas se basaban en entrega de proyectos. Tyra se encontraba hablando sobre el romanticismo. ¿Puede una persona ser aún más hermosa con el paso de los días? Era lo que me preguntaba, ya que cada día que pasaba, veía a Tyra aún más hermosa. Estaba vestida con un abrigo de lana blanco, un pantalón negro y su cabello en una cola alta. Hoy estaba más sonriente y radiante que de costumbre. Me había dicho que quería que nos viéramos en la tarde.

—Bueno, alumnos pueden marcharse.

Todos empezamos a guardar nuestras cosas y salir del salón. Me acerco a Tyra por detrás y la abrazo. Coloco mi cara en su cuello y de inmediato percibo el aroma a algodón de azúcar.

—Ya debemos de irnos — dice riéndose — los chicos ya se fueron.

—Ya mismo los alcanzamos — la giro para que quede de frente — ¿Me dirás a donde iremos?

—Señor Smith, es usted muy curioso.

—Es que cierta señorita activa mi curiosidad, es difícil de evitarlo, ¿Alguna sugerencia?

—Tengo una, que deje de preguntar y sea paciente — se acerca y me da un beso — bueno ya vámonos, debo ir a prepararme.

Caminamos hasta la salida, como de costumbre, hasta que abruptamente se detiene cuando ve a Steve mirándola, pero él no se encuentra solo, está el papá de Tyra y quien creo, por su parecido, el papá de Steve.

—¿Papá?, voy con ellos, nos vemos más tarde — se pone de puntillas y me besa.

—Nos vemos más tarde, hermosa.

Se va con una sonrisa enorme hasta donde está su papá. Yo me quedo viéndola como hipnotizado.

Tyra.

¿Mi papá aquí? Un extraño sentimiento se aloja en la parte baja de mi abdomen. Pero estoy demasiado feliz como para que eso me afecte. Me acerco a papá y le doy un beso en la mejilla.

—Papá, hola, que sorpresa — declaró con una evidente emoción ­— señor Doherty, que agradable es verlo después de tanto tiempo.

Todos me miran con una expresión que no logro descifrar. Y mi papá ni se inmutó con mi saludo.

—¿Sucede algo? — pregunto aun sonriendo — ¿Por qué tan serios?

—Tyra — comienza a hablar Steve — quiero que estés tranquila y quiero que sepas que todo estará bien y que nada te pasará.

—Lo sé, lo sé, porque me cuidarás como una hermana — digo mirándolo con ternura — ¿Qué sucede?

—Michael está libre — mi sonrisa desaparece.

—Eso no es posible, aún le faltan diez años de cárcel — Steve respira hondo — papá, esto no es verdad, es una broma, ¿Cierto?

—Princesa, el abogado de ese imbécil, llegó a un acuerdo para que logre salir bajo fianza......

Veo que mueve los labios, pero ya no logro escuchar lo que trata de decir, todo a mi alrededor empieza a dar vueltas, mi respiración se torna lenta, comienzo a temblar y siento miedo —No, esto no puede ser posible, no....

Comienzo a retroceder inconscientemente y varios recuerdos vienen a mi mente uno tras otro. Mi cabeza parece que va a explotar. Mis piernas flaquean, todos mis músculos se sienten pensados y en menos de un minuto, siento mi cuerpo liviano y de repente todo se torna oscuro.