Seamos como la luna y el sol [Borrador]

Capítulo XIV

Tyra.

Era viernes, hoy iba a salir con Nicolás. El timbre sonó y salimos. Mientras que mis amigos se debían de ir a sus entrenamientos, yo debía de ir a mi clase de arte.

— Bueno, aquí nos separamos — dijo en un tono afligido Malcom.

— Suerte en sus prácticas, los amo — les mandé un beso al aire y me fui.

Entre al salón y saludé a la profesora. Ella casi nunca nos decía que pintar. Así que me senté y me puse a pintar, estaba pintando a una chica de cabello pelirrojo, era Stephanie, seguí pintando, estaba tan centrada en que mi cuadro quedara perfecto que no me di cuenta de que ya todos se habían ido. Cuando alcé la mirada no había nadie, la profesora Sofía estaba recogiendo sus cosas y al ver a la puerta, vi a Nicolás mirándome con una sonrisa.

— Tyra, ya se acabó la hora — me dijo riéndose.

— No me di cuenta de que ya se había acabado.

— Puedes dejar la pintura aquí o llevártela a tu casa.

— Me la llevo — ella asintió y comencé a guardar todo.

Mis manos estaban llenas de pintura, me imaginaba que mi cara también. Guarde la pintura con cuidado y me encamine a la salida, Nicolás seguía mirándome.

— Hola, pequeña artista — me reí por cómo me había llamado.

— Hola, extraño — él negó con la cabeza.

— ¿Qué pintaste hoy?

— Pues, no te voy a decir — dije y comencé a caminar.

— Pintas bien, ¿Por qué?

— ¿Qué?

— Ese día que estaba en tu casa y entre accidentalmente a tú estudió, me corriste. ¿Por qué?

— No me gusta que nadie vea lo que he pintado.

— Pero si pintas bien.

— Lo sé, pero es un espacio muy personal.

— Entiendo, ¿Algún día me enseñarás?

— ¿Quién sabe? — dije riéndome.

— Bueno, nos vemos más tarde.

— Está bien.

— Señorita Tyra, Buenas tardes — me saludó William.

— William, hola — vi el carro de mi mamá acercándose — ya me tengo que ir.

— Hasta más tarde, pequeña artista.

— Hasta más tarde, extraño.

Y si más, me fui hasta el carro de mi mamá.

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Martha nunca había sido tan difícil elegir que ponerme, estoy muy nerviosa.

Tranquila Ty, solo ponte algo sencillo pero bonito.

Okey, elegí una blusa de vuelos con los hombros descubiertos color azul y unos vaqueros negros. Me calce unos deportivos blancos y me deje el cabello suelto, me veía bien. Me puse el collar que mi abuelo me regaló antes de fallecer.

Lo extrañamos mucho

Si, me hace falta escucharlo contarme historias, él siempre me relataba historias sobre sus viajes por toda Latinoamérica y de cómo, en uno de sus viajes, conoció a la abuela. Fue amor a primera vista.