Fantasía de Amor - Lumity

Everything will be fine

Capítulo 13:

Se dejó caer en su cama con un fuerte cansancio, tenía demasiado sueño pero lo que menos quería era dormir, sus pesadillas habían aumentado con el pasar de los días y todo giraba entorno a los que había vivido tanto en ese mundo como el anterior donde sólo era una chica cualquiera que tuvo suerte en la escritura.

Odiaba dormir, recordaba fácilmente las veces que se metía sin problemas a su habitación, apagaba las luces y al cerrar los ojos con tan solo tres segundos se quedaba profundamente dormida, pero ahora todo era...distinto.

Cuando escuchó el leve golpeteo de la puerta de su habitación, se sentó con lentitud en el filo del colchón y deseando que la criada que la había acompañado estuviera presente, se puso de pie para abrir la puerta con la peor de las expresiones.

—Ah Lucía, que haces aquí. - quería estar sola y la morena había llegado en el peor de los momentos. —No tengo nada que ofrecer, que podría ofrecer una inútil como yo después de todo. - se dio la vuelta dándole la espalda, tenía tantas cosas que soltar, tanto que desahogar y no podía esperar. —por favor vete. - pasó su mano por su rostro con dureza.

—Andy...yo he venido a disculparme.

—Será en otro momento, no quiero hablar. - era uno de esos días en los cuales su humor carecía de alegría, donde su paciencia se acababa con rapidez, era uno de esos días que se sentía más irritada que nunca.

—No, tiene que ser ahora. - cerró la puerta detrás suyo. —solo quieres ayudarme y yo solo hablé como si supiera de todo.

La oji café respiró hondo, pasó ambas manos por su cabeza jaloneando uno que otro cabello y se giró para mirarla.

Sus ojos se veían rojizos como si hubiera estado llorando...ella quería llorar.

—Estás...no, ¿Quieres llorar?

—No es un buen momento ¿si?

—Andy puedes hablar conmigo.

—¡No necesito tu ayuda! - se alejó más y arrepintiendose de haber levantado la voz, se sentó de golpe en uno de los muebles del lugar. —hablemos mañana, quiero descansar. - masajeo su entrecejo, se puso de pie nuevamente y mostrando una expresión llena de indiferencia, le dio a Luz pequeños empujoncitos para sacarla de su habitación.

—¿Segura que estás bien?

La de tez blanca suspiró, alzó la mirada topandose el caramelo y el café en un solo movimiento y dijo:

—Siempre estoy bien. - dicho eso, cerró la puerta y cayó rendida en el suelo con la espalda contra la refinada madera. —debo estarlo. - murmuró.

Al día siguiente, los rayos del sol molestaban sus ojos, se movió a un lado hasta que sintió sus piernas desnudas ser descubiertas por un fuerte jalón de su sábana.

—Excelencia, es hora de despertar, sus clases comienzan en diez minutos.

Gruñó al instante, se sentó en la cama con pesadez y fulminó a la pobre criada.

—Le recuerdo que no está en segundo año ama Amanda.

—Si, si. - movió su mano.

Extrañaba a sus anteriores compañeros...solo un poco.

Se alistó de inmediato, se lavó la cara, se puso perfume, tomó sus cosas y salió con el estómago vacío.

—Te estás volviendo muy amargada. - de nuevo aquella voz. —¿Donde está la Andy divertida?