Fantasía de Amor - Lumity

Near the end

Capítulo 29:

Ese era solo el comienzo del final, ella lo sabia, diablos en verdad lo sabía, podía sentirlo en cada parte de su cabeza, los  horrorosos párrafos de la novela donde relataba la muerte de la protagonista, ¿había parado? Luz Noceda fallecía en lugar de Amity Blight, pero y qué si su destino no cambiaba.

De pronto, la celda fue abierta con el tormentoso ruido de las diferentes llaves siendo tambaleadas como si quisieran hacerle saber aún más que alguien estaba allí.

—Déjennos a solas. - ordenó el heredero al trono.

Se oía serio o tal vez fingía serlo, cuando por fin parecía que todos se habían ido, alguien la tomó de los cabellos levantando su cabeza para ver su rostro maltratado por los guardias.

—Luz~ Noceda - sonrió con sorna. —Hey, hey se más respetuosa. - la soltó con fuerza. —Ugh te ves asquerosa. - su ropa parecían harapos rebuscados de la basura.

—Vete, escoria.

—¿Yo, escoria? - empezó a reír. —Yo no fui quien planeo derrocar a mi padre, tal vez no seas de este imperio, pero estas...perdón - carraspeo con una sonrisa. —estabas...comprometida con mi hermana, por lo que prácticamente eras familia, fue traición.

—Tú y tu padre son basura. - de repente, un golpe al estómago la tiró al polvoriento suelo de la celda.

—Seh no me interesa lo que pienses. Pero se siente extraordinario golpearte. - tronó levemente su cuello. —un día Noceda, solo un día más y podré tener tu cabeza en una lanza. - sonrió.

Por un momento imaginó esa escena, tuvo por breves momentos unos escalofríos que incluso Edric notó, haciéndolo sentir orgulloso de sí mismo, golpeó las piernas de la morena y pisó sus manos, golpeó aún más su rostro rompiendo su labio, labio que formó parte de las palabras que la garganta de Luz soltó humillando al príncipe.

—Que buen desestresante. - hizo sonar su espalda. —Dime Luz, ¿quién más está involucrado?

Al no poder levantar la voz, él se empezó acercar al escuchar los quejidos mientras trataba de articular una palabra coherente.

Y Luz hizo lo que su cabeza creyó que era lo más prudente posible, le escupió en la cara, y ahora su sangre mezclado con saliva manchaba el rostro del chico.

—Ja...jajaja - de pronto, empezó a estrangularla.

—¿Quieres por favor dejar algo para guillotina? - una voz femenina que a penas pitaba en su oído ayudó a que el príncipe se detuviera.

—Hermana. - su boca sonreía pero sus ojos no, le molestaba tanto esa interrupción que si no fuera Emira, ya la había agarrado a golpes y sobornado a los guardias para que no hablaran. —Simplemente vine a interrogar.

—A matar, querrás decir. - suspiró.

Las feromonas que Luz expulsaba, emitían una sensación de muerte, no como amenaza, era más bien como si supiera que iba a morir de manera definitiva otra vez.

¿Era así el miedo cuando se sabe que se va a morir tan de repente?¿De esa manera se hubiera sentido si hubiera sabido que un auto iba chocar contra el suyo y hubiera provocado su fallecimiento?

—¿Miedo Noceda?

Tragó con dificultad. —Ya quisieras.

—Vamonos. - habló Emira con apuro. Era la primera vez que la había visto actuar de esa manera, ni siquiera en la novela parecía importarle cuanto demoraba Edric en golpear a alguien. —Su majestad el emperador nos llama. - informó.

Ya sola pudriéndose en su propio dolor, encadenada al suelo como si fuera un animal peligroso he incluso vacunada para evitar que su salvaje alfa la dominara para escapar de allí, empezó a recordar, lo único que le quedaba eran los momentos que pasó con Amity, la primera vez que se besaron, como la ojiambar había dado el primer paso entre ambas aquel día; al final, se dijo así misma que el miedo no era una opción ahora...después de todo, había armado ese plan para librar a Amity de su fatídico destino. Había sido su idea mandar aquella carta, como un cebo para que creyeran que estaba tratando de conquistar Valencia.

—Lucía Hanstom. - tal vez habían tenido sus bajas pero se alegraba de escucharla. —¿Porqué lo hiciste?

Sin respuesta y fija a que habían dos guardias afuera que podían escucharla y tomarla por loca, decidió escuchar sus pensamientos.

—Puedo leer tu mente, que tu boca y cuerdas bocales descansen.

—Querias que la salvara...¿O es que acaso te has arrepentido? - Lucía Hanstom siempre quiso salvar a la protagonista, incluso cuando veía que se convertía en la villana de su propia historia al asesinar a todo aquel que se había puesto en su contra al ir en busca de su padre, eso incluía a los plebeyos que torpemente se dejaron vendar los ojos con falsas promesas y engaños sobre una nueva vida.

Sabía que lo único que Amity Blight quería era alguien que le prestara atención por lo que realmente valía, que alguien llegara a amarla.

—Si el cuerpo de Luz Noceda fallece al igual que su alma en el momento que tu tomaste su vida, ya no podrás regresar más que como otra persona, si Amity sigue viva, ella no te conocerá, empezarás de cero.

Kiharawa sabía lo que había ocurrido entre ellas y ya estaba al tanto de la aparición de la verdadera Luz Noceda, aún no sabía sus planes, pues hasta ese entonces no podía encontrarla. Lo único que la Diosa quería, era un final feliz que todo lector desea para sus personajes favoritos.

—Ella  vivirá... - debía ser lo más positiva posible. —Sea como sea la salvaré.

—No si pierdes la cabeza. - dicho eso, se desvaneció.

Dejando el palacio imperial con todas las miradas burlesca que criticaban cada cosa de ella como si fueran mejores, no podía creer que la servidumbre era tan cruel como los nobles bastardos que sonríen hipócritamente a su hermano con tal de obtener poder que de seguramente tendrán cuando Edric sea coronado emperador. Incluso los soldados, que no le tenían respeto ni cariño, se negaban a siquiera abrirle las rejas o ofrecerle un carruaje para dirigirse a la academia.

—¿Porque los problemas te persiguen? - recordó la pregunta de su padre mucho antes de decidir irse. —Me da lastima decir que tu compromiso se acabó, en verdad iba a sacar variedad de beneficios con ese matrimonio. - sus ojos mostraban tanta frialdad que llegó a sentir la piel de gallina.

No se quedaría de brazos cruzados, con Amanda O' Donell siendo interrogada por su equipo, pronto sabrían que tanto había en los documentos que Edric había encontrado.

—Esto se acaba mañana. - se dijo entre sus pensamientos mientras en sus puños se notaba su ira y preocupación.

Heyyy espero se encuentren bien gente hermosa, cuídense mucho por favor, no olviden tomar mucha agua, hacer ejercicio y comer saludable, porque vuestra salud es importante! Los quieroooo uwu.

Pan🍞