Audience and madness

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Capítulo 23:

La presencia de Amber incomodaba a Amity en todos los sentidos, mientras bebían té en el jardín de al lado, las miradas que intercambiaban ambas eran muy diferentes a la que Luz tenía sobre ellas, por supuesto, mientras ellas escuchaban atentamente las quejas de la morena, comían sin algún problema sin quitarse la vista de encima.

—¿Y? ¿Qué opinan? - con la pregunta, ambas parpadearon un par de veces hasta observar a la princesa de ojos caramelo que las miraba desconcertada.

—Disculpe, alteza, no he prestado atención. - sonrió con timidez la rubia.

Noceda sonrió con ternura ante las joyas azules que tenía por ojos, inclinó su cuerpo hacia ella y el corazón de Amber no la dejaba tranquila y sus mejillas se pintaron mostrándose como un rocoto maduro, mientras que Amity podía sentir una opresión molestosa en el pecho y las ganas que tenía de intervenir pero a la vez huir.

—Listo, tenías una mancha en la mejilla. - mostró su servilleta con una clara manchita en ella.

Ahora que lo recordaba, algo así pasaba en la novela, en ese entonces se suponía que sólo serían Amber y Luz bebiendo el té en la elegante mesa en el enorme jardín y patio de juegos de la princesa, mientras que Amity Blight solo era una invitada no deseada que recibió la orden de su padre para viajar a Carmine y pasar tiempo con su prometida. La protagonista de la historia no se había quedado callada, y ante la molestia que sentía del acercamiento de Noceda y Carsom, empapó a la rubia con la tetera que aún tenía bastante té en su interior.

Miró a Amity un momento, parecía normal, suspiró por dentro creyendo que la ojiambar no llegaría a sentir algo por ella a pesar de que sobre todas las circunstancias, Blight terminaba enamorándose de su prometida y bullying. Sin contar la vez que ellas dos se habían quedado solas en algún lugar de Hexside y Amity confesó una que otra cosa que a su parecer fue cursi.

—¿Te encuentras bien Amity? No has tocado la taza ni los aperitivos. - cuestionó la morena con preocupación, no había pasado tanto desde que la ojiambar despertó y los primeros días su debilidad era notoria, aún así, solo le bastó un semana y dos días, para regresar a las clases con total normalidad. —Si necesitas algo solo dime Ams. - le sonrió con cariño, extendió su mano hacia ella esperando que la tomara.

Y por un momento lo iba hacer.

—Disculpe interrumpir alteza, solicitan una audiencia con usted. - comunicó Ingrid.

La morena alzó una ceja, en el imperio Carmine no conocía a alguien que quisiera verla, se había enfocado tanto en su relación con Amity y la manera de como cambiar el rumbo de la historia, que apegarse a los ciudadanos no había sido parte de su plan, además, no faltaba mucho para su debut en la alta sociedad, se celebraba cada mitad de año a todos los jóvenes de quince años, había esperado el momento desde el año pasado, pues no pudo estar en la fiesta del debut de Amity, en Valencia era tradición hacerlo con los jóvenes de catorce y según se había comentado entre los nobles de aquel imperio, la ojiambar no fue escoltada por nadie, y al no recibir el favor de su majestad, ningún debutante o noble, se le acercó más que Hunter que se aferró a su amistad.

—Quien puede ser ¿te han dicho algo más? - preguntó intranquila.

—Ya lo han revisado y no trae nada sospechoso, se piensa que sólo es uno de los pueblerinos de la zona. - ¿es un él? Se puso a recapitular cada sección que había leído de la novela.

Definitivamente no sucedía nada parecido. Empezaba a sospechar, sin importar eso, tenían curiosidad, así que se puso de pie disculpándose con sus invitadas y se alejó de allí dejando dos guardias cuidando de ambas chicas mientras que otros dos la seguían por protección.

Fantasía de Amor - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora