Fever and heat

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Capítulo 15:

Usaba una franela húmeda en su frente, por un momento la princesa de Valencia pensaba que se trataría del celo de la morena, pero a juzgar por las feromonas y comportar de la chica supo al instante que se trataba de una gripe.

Había sufrido demasiado en su camino a la enfermería, Luz pesaba demasiado y para su mala suerte su cuerpo no era tan fuerte como creía, recibió ayuda de un beta, pues los alfas cercanos no parecían querer cooperar en la ayuda de Noceda.

—Le he inyectado antibiótico, estará bien si descansa, estará sensible por unos minutos. - dijo una mujer de baja estatura con bata.

La magia de luz era una magia muy efectiva cuando se trataba de heridas abiertas y maldiciones, pero la debilidad que tenía era que no podía curar infecciones o enfermedades.

—Muchas gracias.

—Me retiro, alteza.

Al escuchar la puerta cerrarse detrás de ella, tomó la mano de la castaña oscura con delicadeza, sus ojos mostraban su preocupación y deseaba haber cuidado más de ella.

Minutos antes tuvo que convencer a la enfermera que las dejara, ya que la adulta se rehusaba a dejar a la Omega sola con una alfa.

—Idiota, debiste decirme que te sentías mal.

No hubo respuesta de parte de Luz, seguía durmiendo con el ceño fruncido debido al malestar que la chica sentía, llevó la mano de la morena a su mejilla sintiendo los cayos  que producía su entrenamiento con la espada, Amity los tenía de igual manera, había aprendido a escondidas de sus padres y en el imperio Carmine con el maestro de Luz.

Pasaron veinte minutos desde que Luz fue acostada en la cama de la enfermería, Amity decidió ignorar las clases de momento, podía ser que Luz despertara en cualquier momento y se viera confundida en donde se encontraba, además, quería estar allí para ella.

—Hace...demasiado calor.

Movió el cuello de su camisa, empezó a creer que Noceda la había contagiado, así que se levantó de la silla y se dirigió a la cama de al lado, se quitó los zapatos y se acurrucó a la almohada sintiéndose extrañamente caliente, como si el mismo infierno estuviera poseyendo su cuerpo.

—Oh no...no, no, no, no. - murmuraba al darse cuenta de lo que en verdad tenía. —mis supresores. - su mano pasó por su pecho sintiendo el acelerado golpeteo de su corazón.

No podía salir en ese estado, aún era temprano por lo que las clases seguían y aquella medicina estaba en su maletín.

El color ámbar se intensificó demasiado y la tranquilidad la abrumaba de alguna manera, miró a su lado derecho, Luz aún estaba con los ojos cerrados y se veía más tranquila, el suave pero adictivo aroma que emanaba la estaba atrayendo de manera peligrosa, extendió su mano colocándose de rodillas encima del colchón, con deseos de tocar su mano u otra parte; por un instante reaccionó y con la izquierda atrajo su mano derecha cerrando los ojos con fuerza.

Controlate Amity. - pensó. —debes ser fuerte ante...ante... - apartó la mirada de Luz, le dio la espalda y cubrió su nariz. —no dejaré que padre tenga la razón.

Siseo, Luz Siseo por lo bajo cuando quiso sentarse en la cama, se sentía menos mareada y parecía que su nariz seguía tapada a pesar de su extraña reacción cuando quiso encontrar a Amanda.

—El ambiente se siente extrañamente incómodo.

El olfato de Amity se había agudizado, bajó de la cama con mucha discreción y aún con sus pies descalzos, se acercó a la cama de la morena.

Fantasía de Amor - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora