Fantasía de Amor - Lumity

Sweat of terror

Capítulo 24:

Amber acompañaba en todo momento a la morena, la servidumbre veía andar a esas dos de un lado a otro por los jardines del palacio mientras Amity se quedaba en sus aposentos observando ese acercamiento a través de sus ventanas. Su mirada era sombría, su cabeza le empezaba a doler, los últimos días se había empezado a sentir mal de una manera que no podía describir con sencillez. Quería salir, pero al ver a esas dos empezó a creer que las criadas hablarían a sus espaldas como si fuera divertido el chisme.

Normalmente eso no le molestaría, había escuchado cosas peores en el palacio de su padre, entonces...¿Porqué se sentía tan molesta? Humillada, por Amber Carsom. Empezó a pensar como en la novela.

—Esa plebeya. - apretó los dientes al verlas reír, mucho más cuando la rubia tomó el brazo de Luz, apretujandola contra ella. —Maldita don nadie. - mordió con fuerza su labio inferior, al sentir el sabor inconfundible de la sangre, cubrió su boca con su mano, se acercó a la cómoda de la habitación y tomó su pañuelo limpiamente doblado.

Fuera de allí, Luz había levantado su mirar hacia la ventana de la princesa, le pareció ver a Amity asomarse pero solo había visto como se alejaba de allí. Amber peleaba para obtener su atención, pues no dejaba de ver el cristal del segundo piso donde daba vista a la cortina azul con bordados dorados en forma de pequeñas flores en los lados.

—Joo Lu, hazme caso. - sacudió con delicadeza.

Su dedo tocó la mejilla de Noceda y ella al fin pudo reaccionar. Deseaba que Amity estuviera con ellas pero tal parecía no estar de buen humor y no quería dejar sola a Amber.

—Lo lamento, continúa.

—Decía que...mañana tengo que partir a mi hogar. - habló con tristeza, quería pasar más tiempo con Luz, en la academia las cosas eran un tanto incómodas y aunque la morena se hubiera ganado la paciencia y un poco de cariño de los estudiantes, seguían habiendo quienes veían mal que ella, siendo una omega de baja categoría, sin título nobiliario, esté cerca de la realeza.

—¿Tan pronto? - si bien sabía que tenía que irse, no quería apartarse de su amiga.

Más aún cuando Amity parecía ignorarla. Podía sentirlo en las feromonas de la ojiambar.

—Haré que te preparen un carruaje, un barco y un guardaespaldas. - las mejillas de la oji azul se incendiaron.

No pudo evitar reír con dulzura al presenciar la preocupación de su amiga, Luz infló ligeramente los mofletes, avergonzada por la acción de la chica a su lado.

—¿Que es tan gracioso? - preguntó sonrojada por la vergüenza.

Amber negó con una sonrisa, se puso de puntillas y besó la mejilla de la castaña dejándole por varios segundos la sensación de sus labios despintados, en su piel.

—Muchas gracias Lu, pero el guardaespaldas es innecesario y creo pagar un pequeño bote que me pueda llevar a Valencia.

—Deja al menos que uno de los barcos de mi familia, te lleve. - suplicó cuál cachorrito tomando sus manos con rapidez y cariño.

La ojiazul río un poco, sonrió de paso y pasó su mano por el hombro de la castaña, acariciando el camisón y luego las tiras de éste que salían desde el cuello uve que tenía.

—Hola Luz. - para ser una Omega, Amity había hablado fuerte y claro, no se mostraba delicada como otras se mostraban, ni mucho menos sumisas, pero si se veía realmente celosa. —Buen día señorita Carsom. - miró con frialdad hasta el punto de hacer que tuviera escalofríos. Aún así, no se apartó.