Arouse

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Capítulo 21:

—Te amo, Lucia.

Despertó abruptamente luego de escuchar el suave susurro en un sueño que ya ni recordaba, se destapó con desgano, su rostro se veía pálido como si estuviera realmente enferma, la puerta fue levemente golpeteada dos veces y al no responder, Ingrid entró con un carrito donde tenía el desayuno de la princesa; fueron dos días de tortura donde su humor había caído junto con sus ganas de ir al salón de clases ¿era demasiado exagerado que sintiera que su vida se iba a medida que Amity pasaba más tiempo "dormida"? Amanda notaba esa preocupación y su poca hambre. Lo único que Luz hacia desde que Blight menor cayó en ese estado, era levantarse temprano como antes pero su dirección ahora era la habitación resguardada de la ojiambar, agradecía profundamente que el rey haya aceptado la petición del director Bump con respecto a mantenerla en la residencia estudiantil de la academia, le pareció algo molesto de parte de Alador que ni siquiera se limitó a ver el estado de su última hija.

—Lu, deberías comer. - Amber era de las que más se preocupaba del estado de la morena. —Por favor.

—No tengo hambre. - contestó con unos ojos pesados y la voz ronca. —Puedes servirte.

Se puso de pie alejándose de la mesa donde su desayuno la esperaba con un buen aroma y color.

—Luz, por favor, Amity estaría súper enojada si se enterara que no has estado comiendo estos últimos dos días.

—Alteza, la señorita Amber tiene razón. - dijo Ingrid sin esperar que la princesa diera alguna reacción de sus palabras.

Hablar de Amity de manera tan despreocupada, se había vuelto prohibido frente a Luz. Luego del incidente, la morena estuvo a punto de ir a golpear a Edric Blight, quien esperaba con gusto que se acercara para luego ser castigada, pero terminó disgustado cuando Amanda O' Donell interrumpió la ira de Noceda.

Al ignorar a ambas mujeres, salió bien vestida hacia el edificio donde dormían los Omegas, ya no les sorprendía ver a la princesa caminar libremente por los pasillos, subir las escaleras y llegar a la habitación lujosa de Amity Blight donde los mismos guardias le permitían pasar sin ser revisada. Y allí, postrada en una cama doble con cortinas colgando a los costados cubriendo el sol de la ventana frontal, se encontraba la bella joven de largas pestañas y labios rosados, con los ojos cerrados mostrándose serena como si el sueño fuera realmente bueno, cuando la puerta se cerró detrás de ella, sus pies no dudaron en avanzar con más velocidad y paró en seco colocándose de rodillas, tomó la mano de Amity, estaba tibia lo cual la aliviaba pero parecía presentar la maldición de la bella durmiente.

—Amy, he venido, más temprano que ayer ¿recuerdas que siempre me reclamabas el hecho de despertar tarde?

Sin recibir ninguna reacción de la contraria, ni siquiera un pequeño movimiento, suspiró, beso la mano de Blight y la acercó a su mejilla.

—Espero despierte. - la voz de Kiharawa, que ahora le parecía irritante, se hizo presente en la gran habitación.

—Déjanos solas. - pidió de buena manera. Dejó la mano de Amity en la cama y se levantó alejándose de ella para evitar ser escuchada de alguna manera.

—Prácticamente están solas. - no tejía tiempo de escucharlos los juegos de la Diosa que la había transportado a ese mundo de fantasía, pero deseaba, muy en el fondo, que utilizara ese poder para despertar a su querido amor. —se lo que estas pensando, y no puedo intervenir directamente en el mundo, lo sabes.

—Es injusto que tu hayas traído a Laurie como una clase de premio para Andy, ¿pero no puedes despertar a Amity? - no se sentía molesta, en absoluto, pero si sentía algo de celos, tal vez envidia, con respecto a la relación que Andy tenía con la tal Laurie.

Fantasía de Amor - LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora