XXIII:DORMIR PARA SIEMPRE

273 32 16
                                    

Era algo ilógico, su madre le estaba reclamando el hecho de que no le contara lo que le pasara, sin embargo, él sabía de que no era posible por más que su relación con su madre fuera excelente no podía, que le podía contar a una mujer que jamás había estado junto a él en esos momentos en los que él quería, necesitaba que esté ahí, quizás suene egoísta o demasiado grosero el pensar que solo cuando necesitaba que estén ahí hubiese querido que estén, sus dos padres.

Su silencio no solo se remontaba a la ausencia de su madre en diversas actuaciones del colegio, momentos y épocas de su vida, con el pasar de los años, comprendió que su mamá no debía saberlo todo, algunas partes si eran necesarias porque tarde o temprano podía enterarse, y esto, lo consideraba como algo que pasaría.

17 días después de la separación

Parecía un muerto viviente, desde ese día hasta ahora, 17 días después Taehyung había perdido 15 kilos, había aprobado sus exámenes finales, sin embargo faltaba una última exposición, en su otra universidad, 99.8 en inglés, tercio superior en Derecho, habiendo aprobado con 18.75, y en Relaciones Públicas si aprobaba esa exposición tendría un 18.99 y eso era bueno, sin embargo, esa tarde todo se salió de control.

Sus padres insistiendo para que terminara el semestre satisfactoriamente, y su cuerpo, ya no daba para más, solo comía con esfuerzo una vez al día, sus labios estaban partidos y deshidratados, porque no tomaba agua, ni su banda favorita lograba calmarlo, necesitaba la voz de Jungkook, sus palabras, necesitaba escucharlo reír, esa risita corta que tenía el menor cuando algo le resultaba gracioso, y ese dejo particular de Busan.

-Basta Taehyung! dime que te sucede - gritó su madre ya harta del silencio del joven

-Déjame mamá, vete de mi cuarto- respondió entre gritos el menor- sal ¡ahora! No quiero a nadie aquí

Lamentablemente su primo menor estaba ahí

-Tae? - Preguntó con miedo, esperando que su "hermano" como el solía llamarlo se calmara

-Vete Sok Hyung- habló fuerte Kim mayor

- No le grites a mi tía por favor - imploró el menor casi entre lágrimas y ahí recién Kim se tranquilizó, sin embargo, su madre aprovecho para comenzar una nueva pelea botando primero a su sobrino

-Estoy harta de que estés con esa actitud! ¿Te has visto si quiera en el espejo? ¿Estás acabado Taehyung, donde está el chico que conozco? Tú no eres ni sombra de lo que eras hace unas semanas, ¿qué te pasó? ¡Respóndeme! - gritó mientras Kim ahogaba sus lágrimas pellizcándose la piel que hay entre los dedos pulgares y el índice para así distraerse- me voy a enterar lo que tienes, tarde o temprano Taehyung, pero créeme que cuando lo haga y sepa que es una tontería, te juro que me vas a conocer! - dijo eso último y salió del cuarto del menor golpeando la puerta.

El chico solo se echó a llorar, ni si quiera el sabía lo que sentía, o porque se sentía así y probablemente su madre pensara que estaba loco o enfermo si le contaba así que decidió seguir callado, pero ya era demasiado, la cabeza le estaba doliendo, el dolor en el estomago era peor, y justo en ese momento sintió la puerta de la calle cerrarse, se habían ido, quizás para dejarlo tranquilo o simplemente porque estaban hartos de la actitud de Kim, se apoyó como pudo con ese dolor en su escritorio, buscando una botella de agua en la mesa que tenía a su costado, las lágrimas no ayudaban ya que lo deshidrataban más, y fomentaban que el dolor en su estómago y su cabeza se intensificara, sacó un frasco de pastillas, dispuesto a tomarlas vio dos en su mano, sin embargo una trágica idea pasó por su mente y sin pensarlo bien, vertió más en su mano hasta que el frasco quedó vacío.

Fiscal Kim - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora